martes, 31 de diciembre de 2019

365

Este es el último texto del blog. No quiero publicar más nada acá, al menos por ahora (me quiero permitir poder cambiar de opinión). A partir de este momento este sitio va a ser un cuaderno de anotaciones propias, pero públicas. Va a ser algo así como un archivo de este año, que fue el más largo de todos. No recuerdo un año tan largo y tan agotador como este, fue algo así como la resaca del 2018. Decidí terminar el año con Cajita, el mejor compañero de estos últimos doce meses. Y viviendo en lo de Gianni, una de las primeras amigas que tuve cuando llegué a esta ciudad -y a quien conocí a través de Mati, mi amigo que se murió en febrero de este año.
Lo que empezó siendo una meta ambiciosa y algo delirante (escribir 365 cortos en un año) finalmente ocurrió, a pesar de los baches de silencio que hubo entre abril y junio.
Me da miedo volver a leer todo lo que está acá, pero imagino que en algún momento del verano lo haré. No quiero reencontrarme con nada de todo lo que anoté. Muchas de las cosas que hay en este blog quisiera poder quitarlas incluso de mi cabeza. Mucho de lo pasó fue sólo un mal viaje.
Faltan sólo dos minutos para que se termine el año y con el año que se va también se va este blog. Se terminó la mala señal. A partir de ahora quiero que aparezcan los días de neón. 

lunes, 30 de diciembre de 2019

364

Lo único que disfruto de verdad ahora es la música. Escuchar música sin parar, sin hacer nada más. El año que viene quiero hacer bailar a las personas.

domingo, 29 de diciembre de 2019

363

El azar me llevó anoche a una fiesta en Barracas en la que estaban Melina y Martín, los chicos que conocí el sábado de la semana pasada en esa fiesta en Boedo, lugar al que también llegué por azar. Otra vez nos besamos y nos tocamos mucho los tres. Me gustan ellos, me hacen pensar que efectivamente hay otras maneras de relacionarse, sólo que todavía las estoy descubriendo y entendiendo. Nos mandamos unos mensajes locos como a las siete y media de la mañana. Melina dice que la excita la manera en la que pongo las comas cuando escribo mensajes de texto. Espero poder besarlos pronto, antes de lo pensado. 

sábado, 28 de diciembre de 2019

362

Esta noche Macarena festeja su cumpleaños en un lugar que me gusta mucho y que se llama LOCAL. Cuando voy a ese lugar siento que estoy bailando en el living de mi casa, o en el living de la casa de algún amigx. A Macarena la quiero mucho. Ella me gusta mucho también. A veces, de a ratos, pienso que me crucé con José porque en verdad tenía que cruzarme con ella (vivían juntos). Macarena pinta, pasa música, lee y estudia mucho. Es una chica talentosa, sí. A veces duda demasiado, pero igual se mantiene concentrada aunque no se de cuenta. Muchas veces me pregunto qué tan consciente es de que hace obras de arte. Tenemos la fantasía de tener un hijo juntos.

viernes, 27 de diciembre de 2019

361

Hace un rato hicimos birra brindis de fin de año con dos amigas, Paula y Sofía. En vez de pedir deseos brindamos cada uno con una palabra. Las que elegimos fueron: acción, motivación y amor.

jueves, 26 de diciembre de 2019

360

Vuelvo a casa escuchando el nuevo disco de El Mató a un Policía Motorizado. Es hermoso. Parece como si los Babasónicos hubiesen hecho versiones de temas de El Mató.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

359

Un regalo de Navidad para los pocos y conocidos y desconocidos lectores de este blog que es como mi cuaderno de anotaciones público: un texto de Rodrigo Barcos. Hace un tiempo un amigo, Santiago, me dijo que Rodri estaba escribiendo mucho, de hecho hizo un fanzine sobre un viaje a Chile que hizo con Santi hace exactamente un año. Por eso le pedí que me mande algo para publicar (y revivir, un poco tarde, esa idea de viernes de amigos) Acá lo que me mandó Rodri hace casi un mes ¡feliz navidad! 
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Jueves 28 de Noviembre

Hoy me desperté pensando en la figura del perdedor. El económico, el social, el perdedor amoroso. En lo fácil que es identificarse pero en lo difícil que es encarnarlo. Me gustan las personas a las que no se les da muy bien todo. A los que fracasan de una manera graciosa. No por reivindicar lo lumpen, lo decadente, ni nada de eso. Sino porque no saben como seguir huellas marcadas, aunque lo intenten. Por eso hacen de todo, una aventura. Fracasan porque no saben cómo ajustarse perfectamente al sistema del éxito. Siempre están al costado del camino, del lado de la tierra más que del asfalto transitado. Por eso siempre descubren cosas nuevas y hablan de cosas más interesantes. Pueden ver una hoja de un árbol por tres horas seguidas y descubrir cosas nuevas segundo a segundo.
Ser rico y exitoso también debe ser difícil. A veces me baño y me imagino que soy increíblemente famoso y que el éxito me domina, que estoy a sus pies. Escribiendo esto me doy cuenta que no existe tal oposición entre éxito y fracaso. Que todo lo que nos destruye también nos constituye.

martes, 24 de diciembre de 2019

358

Decidí pasar Navidad en la playa con mi hermano y la familia de su novia. No quería estar en Buenos Aires. Aprovecho para leer y tomar cerveza. Nadie está muy atento de lo hago o dejo de hacer y todos hacen pocas preguntas. Mañana vuelvo a Buenos Aires.

lunes, 23 de diciembre de 2019

357

Desde hace algunos meses disfruto más el tiempo con los desconocidos que con los conocidos. Amo a los extraños, no tengo que darles explicaciones.

domingo, 22 de diciembre de 2019

356

Son las dos de la tarde. En Buenos Aires hace mucho calor. Espero un colectivo en Retiro para ir a La Plata. Todavía no pude dormir y creo que aún estoy un poco drogado.
Descrubrí (en realidad confirmé) que me gusta mucho la gira, es decir, empezar la noche en un lugar y con un plan específico, pero que el azar de vuelta todo a tal punto que termino moviéndome por la ciudad, metiéndome en lugares random.
Cené en una rotiseria cutre de Chacarita con Melina, después fuimos a una fiesta en la calle ahí cerca donde el reguetón sonaba muy fuerte, sobre todo los bajos. Cuando terminamos fuimos a tomar guiski y tragos caros a uno de nuestros bares favoritos, justo a la vuelta de donde era la fiesta. Nos encontramos con Paloma que nos invitó a una fiesta en Simona: espacio ultra kuka al que fui a bailar cumbia varias veces este año. Salimos de ahí, dispuestos a irnos a dormir, pero quisimos entrar en Mamita Bar, un antro de personas de entre 50 y 70 años en donde se toma mucha cocaína y suenan hits de los ochentas. Tomamos una cerveza en Mamita, bailamos "Like a virgin" de Madonna" y salímos tentados de la mano. Antes de irnos le pedimos a un tipo que nos saque dos fotos: una con flash y otra sin.
Mientras estábamos en Mamita Bar, a Meli le llegó el dato de una fiesta en Boedo, pasando la autopista 25 de mayo. Decidimos ir. Nos subimos a un taxi y llegamos a una casa minúscula llena de gente hermosa que bailaba techno y tomaba MD. Decidimos sumarnos. Nos drogamos mucho, bailamos muchos, besamos mucho. Conocí a Martín y Melina (otra, que no es mi amiga), dos chicxs a los que besé y toqué toda la noche. Hablamos poco, después puro baile, besos y caricias. Él me gustó mucho. Ella era una chica especial. Meli, mi amiga, le rompió el corazón a alguien.
Salimos de la fiesta a las 8 de la mañana. Volvimos en el 15.

sábado, 21 de diciembre de 2019

355

Anoche fui a bailar a la Dengue. Hace como cinco o seis años que voy a esa fiesta. Supo ser mi favorita. La primera vez que tomé una pastilla fue ahí: tenía forma del logo de Chanel y me la dio una chica que durante algunos años creí que me odiaba, pero ahora nos caemos muy bien (nos cruzamos en la fiesta y dijimos de vernos en el horario diurno). Lo que más me gustó de la fiesta fueron dos cosas que dijo Cajita: "es como una eyeliner reciclada" y "están todos muy nerviosos".

viernes, 20 de diciembre de 2019

354

Tomo decisiones de corto plazo. Antes disfrutaba de programarlo todo. Ahora estoy cansado. Me muevo como cuando estoy drogado, con metas de corto plazo.

jueves, 19 de diciembre de 2019

353

Un texto que, creo, escribió Dudu Quintanilha para la obra que presentó en su última muestra. Ir a esa muestra fue como perdonarlo. Ahora, no sé por qué, lo vuelvo a leer y siento que es algo que yo diría hoy, jueves 19 de diciembre:

BsAs,2019
This is my connection to you today. You expulse me everytime so now don't regret
we live in disconnection and our comunication is always poor and lame.
*to not to say fake
we really really don't like each other
Besos 

miércoles, 18 de diciembre de 2019

lunes, 16 de diciembre de 2019

domingo, 15 de diciembre de 2019

347

Cuando salí del concierto de Metronomy, con Martín fuimos hasta Impero a comer pizza y tomar cerveza. Justo en el cruce entre Corrientes y Lacroze, en ese lugar donde se chocan varias sendas peatonales y semáforos, me puse a dejar mi bici. Mientras ponía la barra de hierro, que sirve como candado, un chico alto se me acercó y me dijo "hola caballero". Nos dimos un abrazo y después nos besamos.

346

El techno es música electrónica para heterosexuales. Quizás por eso no me engancha tanto. No lo sé.

345

Voy a salir de la cama cuando tenga que ir a encontrarme con Martín. Vamos a ver a Metronomy.

sábado, 14 de diciembre de 2019

344

Decidí que este fin de semana voy a llegar tarde a todos los eventos de fin de año.

343

Lo agotador del fin de año no es el "fin de año", son los eventos. Por un 2020 con menos eventos de fin de año. ¡Salud!

viernes, 13 de diciembre de 2019

342

Lo único que me engancha es la música. Hace poco me dijeron "estás enamorado de la música". Sí.

jueves, 12 de diciembre de 2019

341

Entregué las llaves de mi casa en Coghlan hace un rato. Fue hermoso. De verdad quería irme de ahí. Fueron dos años y medio bastante curiosos. Nada mejor que irse a la mierda.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

martes, 10 de diciembre de 2019

339

Hoy estuve en Plaza de Mayo. Todavía me impacta saber que de alguna manera soy o somos parte de la historia.

338

La democracia es increíble.

337

Me gusta y no me gusta un chico. No tengo claro el deseo últimamente. Su apellido es de un presidente chileno importante.

lunes, 9 de diciembre de 2019

domingo, 8 de diciembre de 2019

335

También es el día de la virgen pero who cares?

334

Hoy es el cumpleaños de mi amigo Mati, que se murió en febrero de este año. En su honor vamos a almorzar juntos con Gianni, una gran amiga en común. Después me voy a emborrachar.

sábado, 7 de diciembre de 2019

viernes, 6 de diciembre de 2019

331

Tiré todo lo que sobraba: apuntes que nunca voy a leer, ropa de José, folletos que nunca voy a revisar, revistas que no voy a consultar. Tiré mugre. 

jueves, 5 de diciembre de 2019

miércoles, 4 de diciembre de 2019

329

En realidad no sé lo que es estar atrasado o cansado. Nunca sentí realmente nada de eso. Nunca. Siempre llego.

328

Estoy atrasado. A la vez, siento que vivo pensando que estoy atrasado, que estoy cansado. Pero en verdad no lo estoy. (no lo estamos).

martes, 3 de diciembre de 2019

327

Me gusta que con Maca estamos obsesionados con los tambores. En definitiva queremos escuchar más música latinoamericana y africana.

lunes, 2 de diciembre de 2019

326

Algunas anotaciones que hay guardadas en mi celular.

Una gama de temas lentos y suaves y low fi

Los aplausos tímidos del indie

Los sonidos de los varones

"Loose joints"

Dark techno

Leverits

Scalabrini 955

domingo, 1 de diciembre de 2019

325

A veces me pregunto si sigue leyendo lo que publicó acá. ¿Para qué?

324

Hoy es el último domingo que voy a pasar en esta casa. Extraño a José. Por suerte volví a ver a Maca: no verla a ella y extrañarla y no hablarle significaba que el triunfo del desarmor.

sábado, 30 de noviembre de 2019

viernes, 29 de noviembre de 2019

322

Hoy operan a mi mamá. Voy a pasar mi día junto a personas que no quiero. Siempre odié el olor a hospital. Mi mamá siempre traía olor a hospital desde su trabajo.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

martes, 26 de noviembre de 2019

319

Samuel odió el traje que su madre le regaló para su bar mitzvah. Le hubiese gustado comprarlo él, por elegirlo. También le hubiese gustado organizar el evento pra no invitar a casi nadie y para suspenderlo sobre la hora. Él es así, molesto, soberbio, irreverente y a la vez dulce y miedoso. Esa dicotomía produce que lo conmueva una fiesta sado, un gatito, bailar música electrónica, caminar por una plaza con su amiga Ingrid o robar de un templo algún objeto religioso. Samuel odia los abusos de poder, las obligaciones familiares, ver llorara a sus amigos y amigos y, sobre todo, odia que su madre le compre trajes.
Él no sabe por qué es así. En una oportunidad tuvo una entrevista con el psicólogo de la escuela, que además era rabino, y le dijo que él era así por la forma en la que su madre lo crió. Según Samuel ella trataba de ser afectuosa, pero cuando él se acercaba ella lo rechazaba. El rabino terapeuta le dijo que ese doble vínculo provocó que Samuel no pueda distinguir de forma tajante y clara entre lo que está bien y lo que está mal. Después de escuchar eso, Samuel miró al rabino psicólogo a los ojos y dijo: "¿Y quién dice qué está bien y qué está mal? ¿Dios? Dios no existe y usted es un pelotudo".

318

Su esta pasta de dientes viviera podría elegir a qué boca entrar, sobre qué cepillo acostarse y que gusto u olor tener. Y si esta lapicera viviera escribiría sola, habría best sellers como los de Corín Tellado y perdería un poco de tinta cada vez que eyacule durante un orgasmo.

317

Patria es el nombre del grafiti que hizo Walter en un revistero. En su bio de Twitter puso: 100% Argentino. Su deseo más profundo es ir a otra guerra por Malvinas.

316

A Mario le gusta tirarse pedos en el transporte público porque sabe que nadie se va a atrever a decirle algo. Le gusta hacerse la paja mirando porno gay, dice que es un morbo. Se acuesta con mujeres. La última vez que lloró fue cuando se le rompió un florero que era de su mamá.

315

La última mentira que dijo Sergio fue a su novia: "No puedo ir a dormir con vos porque atiendo el kiosco toda la noche". Cuando está solo en el local aprovecha para mirar porno, comer golosinas, se hace uno o dos superpanchos e invita s us amigos a tomar cerveza. O la lleva a su novia para coger en el baño de atrás.
Sergio tiene un nombre secreto de guerra espiritual. Lo usa en los encuentros de yoga: Satbia.

314

En la puerta de este edificio vivía Matías, uno de los primeros amigos que tuve cuando llegué a Buenos Aires. Fue un gran compañero los primeros años. Ahora, acá vive su novio, a quien me crucé recién mientras venía hasta esta puerta. No me animé a decirle que venía a escribir sentado acá. Ella vive en esta casa desde el verano pasado, desde que Mati se murió. Ahogado. En el Tigre.

313

El primero de una serie de ejercicios:

En mi barrio mis vecinos pusieron luces azules que se prenden de noche. Las lucen titilan, simulan ser las sirenas de un patrullero. Imagino que lo hacen para espantar a los ladrones, para que crean que hay seguridad en la cuadra. Las únicas luces que me gusta que titiles son las de mi bicicleta: dos blancas adelante y una roja atrás.
Ya no quiero vivir en este barrio, rodeado de personas que creen que la policía los protege.
Hace un mes y pico me pegaron en la calle y le pedí ayuda a un policía, pero me levantó el pulgar y siguió caminando. No quiero vivir más en este barrio, donde los niños y las niñas salen a la tardecita con sus madres y padres a andar en patineta o en bici.
Por eso me voy a mudar. Ya no aguanto más esas imágenes de niños blancos y ojos azulinos, como las falsas sirenas de policías. Me voy a ir a vivir a ese límite curioso entre Recoleta y Once: Córdoba y Ecuador. Lo único que lamento es que voy a perder la terraza que tengo, justo ahora que empieza el calor. A un chico que a veces viene a mi casa a comer, coger y dormir le gusta mi terraza. Una vez vino y se tiró al sol. No hablamos. Nos apoyamos uno sobre el otro nos quedamos callados.
Me gusta la idea de volver al centro. Me fui porque estaba aturdido y porque tomaba muchas drogas. Pero ahora, después de dos años y medio, ya no estoy aturdido y tampoco tomo tantas drogas.

lunes, 25 de noviembre de 2019

312

Tengo una ansiedad como de año nuevo. Dice una canción. Creo que ya escribí esto en algún otro día del año.

domingo, 24 de noviembre de 2019

sábado, 23 de noviembre de 2019

309

Anotaciones que hice en mi celular anoche, mientras bailaba en una fiesta nueva a la que no había ido nunca:

Las 6 am a las 2 am

Nadie quiere a nadie. Sólo les gusta la coincidencia.

Me gusta no hacer distinción entre ropa de noche y ropa de día.

También me gusta pensar que me está mirando. Que nos estamos mirando.

El problema es que se junten los encantos.

Nada más triste que robar vasos de plástico usados.

viernes, 22 de noviembre de 2019

308

Tomé un café con Leopoldo Estol, que es un amigo, que es un artista, que me gusta mucho su obra. Me hizo un retrato la semana siguiente a la que me pegaron. Charlamos una hora. La discusión era alrededor de la hipertrofia del yo  y el fin de la fantasía.


307

Encontré el título para una novela que todavía no quiero escribir.

jueves, 21 de noviembre de 2019

306

Hoy fui al teatro con un chico que me gusta. Le regalé las entradas por su cumpleaños. Cuando nos sentamos en la sala me dijo que él también tenía un regalo por mi cumpleaños: de su mochila sacó el libro de poemas de Dárgelos, ese que salió hace poquito.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

305

Este fin de año sólo tiene sorpresas y cansancio. Me gustan y no me gustan las sorpresas.

martes, 19 de noviembre de 2019

304

Cada vez que vuelvo de viaje tardo unas 48 horas en revivir, en contactarme. Por ahora sólo quiero tomar cerveza.

lunes, 18 de noviembre de 2019

303

Recién llego a mi casa. A pesar de que me hubiese quedado un poco más en Uruguay, mientras volvía en un taxi hasta acá, pensaba: "No viviría en otro lugar que no sea Buenos Aires".

302

Estoy en un colectivo camino a Colonia. Desde allí sale el barco que me va a llevar otra vez a Buenos Aires. Lloré varias veces en lo que va del día y todavía no me doy cuenta por qué. En la casa de Anais, Vale y Rodrigo dejé una novela que leí mientras me quedé con ellos. Es esa novela que leí cuando era un chico de 12 o 13 años y que volví a comprar. No llevé regalos, pero quería dejarles algo mío. Les escribí un textito que dice algo así como que espero nos veamos antes de lo pensado, que a veces el afecto viene de gente extraña y que yo amo a los extraños.


domingo, 17 de noviembre de 2019

301

Me gustan Anais, Valeria y Rodrigo. Los tres estudian cine en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Son desordenados, dispersos, generosos, muy inteligentes y dulces. Los conozco apenas hace 48 horas, pero siento que ya somos amigos. Mañana vuelvo a Buenos Aires. Quisiera quedarme un poco más con ellos.

sábado, 16 de noviembre de 2019

300

Playa Hermosa es un lugar misterioso. Los pibes y las pibas que están acá están estimulados por el mar, el cine y la cocaína. También por el amor.

viernes, 15 de noviembre de 2019

299

Vine a Uruguay para aprender a no ser yo. Para jugar a ser otra persona.

298

Acabo de llegar a Montevideo. Es la primera vez que estoy acá. En el viaje conocí a dos amigos que son instructores de yoga: él se llama Charly y tiene 53, ella se llama Cecilia y tienen 50. Creo que nos hicimos un poco amigos. Me gusta el azar. Espero verlos pronto.

jueves, 14 de noviembre de 2019

297

Estos son los últimos textos del blog. Hoy recordé que mi primer trabajo rentado (hacer unas notas para el diario Tiempo Argentino) lo conseguí gracias a un texto que escribí y publiqué acá. Era sobre una novela de Fito Páez malísima. Creo que en ese momento un poco me gustó.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

296

Decidí comprar una novela que leí cuando tenía 12 para volver a leerla. El primer ejemplar que tuve (me lo había regalado la bibliotecaria de mi escuela primaria) se lo regalé a una amiga, pero le entraron a robar a su casa y entre todo lo que se llevaron estaba ese libro.

martes, 12 de noviembre de 2019

295

Todos los ejercicios que hice en el taller del lunes fueron sobre la misma idea. Creo que encontré algo para trabajar a largo plazo.

294

El sábado decía que una de las pocas cosas buenas del segundo semestre fue las muchas fiestas a las que fui. Pero, también la cantidad de cosas que escribí. Desde que no estoy con José escribo más. No creo que sea causa-consecuencia, pero estimo que algo tiene que ver.

lunes, 11 de noviembre de 2019

293

Tengo miedo de no llegar a los 365 textos cortos. Seguro llego. O me obligo a llegar.

domingo, 10 de noviembre de 2019

292

Me gusta caminar por La Plata. Escuchando música fuerte. Y por la vereda donde pega el sol.

sábado, 9 de noviembre de 2019

291

Anoche leí un cuento mega breve en un bar. Después salí a bailar. Creo que una de las pocas cosas buenas de este segundo semestre fue la cantidad de fiestas a las que fui.

viernes, 8 de noviembre de 2019

290

El título de un disco que me gusta mucho: All possible futures.

289

Algo que escuché en una conversación ajena:
Lo único que para una cosa angustiante es el movimiento. El movimiento siempre calma. Por ejemplo: caminar caminar caminar caminar. Como cuando llegas a un lugar que parece conocido, como si en algún momento hubieras estado ahí, pero nunca estuviste.

jueves, 7 de noviembre de 2019

288

La semana que viene me voy a Uruguay. Es la primera vez que voy. En relidad es la segunda: la primera fue con mi mamá hace unos años, pero no la cuento porque fuimos y volvimos en el día (sólo estuvimos en Colonia). Me entusiasma el viaje. Voy solo. Creo que, desde que me pegaron, es lo único que me entusiasma.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

martes, 5 de noviembre de 2019

286

El último ejercicio:

El sueño de Estela es perderse en el desierto y morirse deshidratada. O volverse loca y morir en un espejismo, en una ilusión óptica de algún oasis. Le gusta pensar que si se muere en el desierto su muerte no va a ser en vano: su cuerpo va a servir como alimento para algún pájaro carroñero. Estela tiene esa fantasía cada vez que camina en silencio, observando lo que pasa en su casa. Nada. Para Estela en su casa no pasa nada. Su hijo mayor estudia administración de empresas y su hija menor abogacía. Pasan los fines de semana en una casa de un country de Pilar. Dos veces al año viajan a Miami a comprar ropa y a actualizar sus modelos de iPhone. También renuevan sus Macs.
Estela está harta de ser rica. Ella no decidió esto, no sabía que su marido se iba a convertir en un juez de derecha de la Corte Suprema, que iba a comprar un piso en Puerto Madero, ni que iba a contratar tres empleadas domésticas: una cocina, otra limpia y la tercera es cama adentro (la usan como sirvienta).
Estela intentó de todo: hizo talleres de pintura, cesteria, pastelería, bordado, pero con nada quedó satisfecha. También se sumó al grupo de oración de una iglesia en Recoleta, pero dejó de ir porque el olor de la iglesia le parecía horrible. Decía que usaban un desodorante para pisos muy grasa, muy berreta, con olor a pis de gato. El último invierno salió con otras mujeres ricas a repartirle comida a los pobres, pero después de la tercera noche dejó de ir porque decía que la hacía muy mal ver a la gente en la calle y ella prefería no exponerse a esa angustia.
Su marido y sus hijos creían que estaba deprimida y que si iba a haber a algún psiquiatra, quizás, la podía medicar para que, quizás, se sienta mejor. Pero ella se resistía. "Yo no estoy loca", le decía Estela a cualquiera que la mande a medicarse. Ella sólo quería sentir algo.

285

Otro ejercicio:

Pablo Lescano siempre miraba porno cuando estaba en la casa de Marito, su compañero de cerámica. Empezó a hacer y vender macetas artesanales cuando dejó la música. Marito le insistió en hacer el curso de cerámica para que ocupe su tiempo y para que no pierda su costado creativo. Al principio Pablo se resistió, dijo que eso era de maricón, pero al final se anotó. Ya hizo ochenta y siete macetas y cuando llegue a la número cien se va a poner un vivero con Marito, que es jardinero. A Marito no le gusta que le digan "jardinero", él dice que es florista porque no le interesan las plantas, sólo las flores.
Siempre que se acaba la clase de cerámica Pablo se va a la casa de Marito. Toman cerveza, fuman porro y escuchan cumbia. Pero, antes de hacer todo eso, Marito se da una ducha y en ese momento es cuando Pablo se mete en la habitación de su amigo a mirar porno desde el celular. Siempre mira el mismo sitio: bien zorras punto com. Casi siempre termina haciéndose una paja. Si está muy caliente busca busca algún calzoncillo sucio de Marito abajo de la cama y lo huele mientras se toca y mira porno. Pablo dice que eso no es de maricón, que es un morbo. En una oportunidad le gustó tanto el olor del calzoncillo de su amigo que se lo lelvo a su casa escondido adentro de una maceta. La maceta era de color rojo y tenía mariposas amarillas pintadas a mano.
Un día Marito salió de la ducha y se lo encontró a Pablo tirado en la cama. Por suerte él ya había acabado y había devuelto el calzón a la oscuridad que hay abajo de la cama. Marito, que no era una persona pudorosa, decidió cambiarse adelante de su amigo. Apenas se quitó la toalla Pablo le miró la pija. Empezó a ponerse nervioso, a calentarse. No entendia lo que le pasaba, sentía que el estómago se le retorcía, al mismo tiempo que se le paraba la pija.
Era algo muy extraño para él, pero rápidamente entendió que se había enamorado de Marito.

284

Conocí a Bárbara el verano pasado, cuando trataba de cruzar Brasil por Pedro Juan Caballezo, una localidad paraguaya que limita con el sur brasileño. Mi coupe fuego se rompió y tuve que pasar unos días ahí, hasta que el repuesto llegó desde Asunción. Como no tenía mucha plata alquilé un cuartito en la casa de Bárbara. Ella vivía ahí con Ramón, su marido carpintero, y con Ricardo, su hijo, un niño de cuatro años que podía hablar con los muertos. Bárbara lo tuvo a los 19 años y me contó qu eel parto fue complicado, que casi se mueren los dos y que Ricardo, tuvo visiones fantaasmas en el momento de la muerte. Fue ahí cuando desarrolló su habilidad.
Para los habitantes de Pedro Juan Caballero, Ricardo tenía un don. Muchos vecinos y vecinas pagaban para que el niño se contacte con algún familiar muerto.
El segundo día que estuve allá apareció un vecino con una bolsa de consorcio llena de guita. El tipo le dijo que le daba toda esa guita si lograba que su hijo contacte a su mejor amigo. El vecino le voló la cabeza a su socio de farra de un escopetazo, después de que una prostituta brasileña elija a su amigo (y no a él) para bailar durante un show erótico. La prensa especializada del lugar (si es que existe) lo calificó como "el crimen del amigo caliente". Para mi fue el crimen del amigo loco de mierda.
Bárbara aceptó, a pesa de que Ricardo le dijo que no iba a poder. La familia necesitaba la palta, con el alquiler de la piecita no era suficiente. Tampoco con el trabajo de carpintero del marido de Bárbara. Ricardo le preguntó al tipo por qué quería hablar con su amigo, si lo había matado. "Quiero disculparme, creo que me excedí un poco", respondió. El niño, Bárbara y yo fuimos al cabaret donde había sucedido todo. Eran las dos de la tarde y la temperatura en Pedro Juan Caballero era de casi 40 grados. A un costado del escenario había un cuerpo tirado, con un escopetazo en la cabeza y un charco de sangre alrededor. Ricardo se sentó sobre el charco de sangre y puso sus dos manos en la cabeza del muerto. Cerró los ojos.
Los minutos pasaban, pero el nene no decía nada. El vecino que mató a su amigo se empezó a poner nervioso. Yo miraba todo desde lejos, estaba un poco asustada, pero a la vez disfrutaba la sesión de espiritista. De repente a Ricardo le empezó a salir sangre por la nariz y por la boca. Desesperada su joven madre salió al aucilio. Apenas tocó a su hijo el chico se desplomó sobre sus brazos. Abrió los ojos, me miró y me dijo: "tu piedra destino es el Agata y cuando cruces Brasil jugá a la loteria, tu número favorable va a ser el 21.904". Terminó de hablar y se murió.

283

Ayer volví al taller de escritura después de un mes. El primer ejercicio:

Este año no voy a dormir lo suficiente. Nunca pensé que ser asafata me iba a demandar estar tanto tiempo despierta. Mis vuelos son en horas insólitas y cuando viajo en horarios normales son distancias tan largas que el jet lag me mata.
Me invento actividades para pasar el tiempo: comprar el precio de los flotadores de los free shops de las ciudades con playa o busco algún látigo exótico en algún sex shop (aunque siempre termino comprando consoladores de plástico). Me gusta el sexo solitario, mi astróloga dice que es porque no tengo ningún signo de tierra en mi carta, que son todos de aire, que prefiero la fantasía. La semana pasada volé a Miami y me toqué en el baño del avión mientras pensaba en cómo me cogía al piloto en una reposera. Sé que si cumplo la fantasía no va a ser tan interesante y me voy a quedar quieta como una paloma cuando empolla un huevo. Además, me dijeron que toma mucha pala así que no se le debe ni parar.
Me da a alergia la idea de tener que acostarme con otro. Estoy cansada de la presión social de tener que estar sexualmente activa o en pareja. Nadie entiende, ni sorporta, que yo quiera estar sola, con mis látigos y mis consoladores. Soy como un caracol, de esos que tienen como un caparazón en el que viven. De los que andan solos por los jardines.
A veces también, para pasar el insomnio, doy paseos gastronómicos. El mes pasado gasté cientos de dólares en una mermelada gourmet que fabrican en Irak. Era un asco. La tiré por el balcón de mi casa después de probarla.

lunes, 4 de noviembre de 2019

282

Todavía no me recupero del fin de semana. Hoy, antes de llegar a la redacción, compré una caja de ibuprofeno 600 y también unas pastillas para el dolor de garganta.

domingo, 3 de noviembre de 2019

281


Hay gente que veo de vez en cuando y es hermoso. Hoy pasé el domingo con Iñaki. Creo que no lo veía desde el invierno. Pero ahora hace calor. Dormimos tres horas de siesta.

280

Tengo una amiga del azar. Se llama Daniela. La conocí en el BAFICI y no sé por qué, aunque nos conocemos poco, cada vez que nos vemos nos ponemos muy contentos de cruzarnos. Ayer la vi de casualidad en la Plaza del Congreso, cuando terminaba la Marcha del Orgullo.

sábado, 2 de noviembre de 2019

279

Es la primera vez en siete años que la paso increíble en una marcha del orgullo. Creo que es por mis amigxs. O por el ácido.

viernes, 1 de noviembre de 2019

278

Para mi escribir un cuento, hacer una playlist o mezclar música para hacer un set es exactamente lo mismo.

miércoles, 30 de octubre de 2019

276

Este año disfruté mucho del azar. Andar por ahí y ver qué onda. Estar todo el tiempo viendo qué onda.

martes, 29 de octubre de 2019

275

Creo que tengo un nuevo amigo virtual. Chateamos relativamente fluido. Vive en otro país. Me cae bien. Me gusta volver a ese momento del primer Internet de comienzos del 2000, donde chateabamos con gente no conocíamos (ni queríamos conocer) sólo porque teníamos algunas cosas en común o porque disfrutábamos de su cibercompañia. A veces siento que tengo relaciones más adultas con personas que conozco poco o con las que comparto un periodo muy corto de tiempo.

lunes, 28 de octubre de 2019

274

Debería decir algo sobre las elecciones, sobre el hecho de que Alberto Fernández es el nuevo presidente, pero la verdad es que no sé que decir. Estoy como en shock. Anoche me abracé a mis amigos en la calle y lloramos todos juntos. Después bailamos y nos emborrachamos, también en la calle. Fue hermoso. Y como leí hoy en la tapa de un diario: el sol sale para todos.

domingo, 27 de octubre de 2019

273

Hoy hay elecciones. Es la primera vez que voto para presidente. Me gusta ir a votar. Me gustaría que todos los años votemos algo. Aguante la democracia.

sábado, 26 de octubre de 2019

272

Paso música electrónica y al mismo tiempo la Caja lee animé.

271

En el botiquín de mi baño hay un alcohol en gel. Me lo traje de la casa de José cuando él se mudó de Coghlan a Recoleta el año pasado. Lo habíamos comprado en febrero de 2018 cuando se contagió de Hepatitis A.

270

Siempre que salgo a bailar solo alguien se me acerca a pedirme droga. Todavía no soy dealer.

viernes, 25 de octubre de 2019

269

El 2019 se convirtió en la resaca del 2018. Me gusta pensar que el domingo se termina la resaca.

jueves, 24 de octubre de 2019

268

Anoche salí con un chico. Me divertí mucho y me emborraché. Cuando le pregunté si la había pasado bien dijo: "me reí mucho y reflexioné todo junto y chapas lindo".

miércoles, 23 de octubre de 2019

267

Hoy cuando salí de la Facultad de Filosofía y Letras, después de entregar una carpeta con documentos para inscribirme en una maestría, sonreí. También me acordé de mi tía Bety. Volví a sonreír.

martes, 22 de octubre de 2019

lunes, 21 de octubre de 2019

domingo, 20 de octubre de 2019

264

Tuve un cumpleaños súper divertido. Bailé mucho y me regalaron muchas flores. También una pizza de muzzarella como a las cuatro de la mañana.

sábado, 19 de octubre de 2019

263

Hoy es mi cumpleaños. Es la primera vez que no llueve el día de mi cumpleaños, desde que vivo en Buenos Aires.

viernes, 18 de octubre de 2019

262

Me gusta mucho cepillarme los dientes mientras me ducho.

261

Hoy llegué al consultorio de mi psicólogo y le pedí ir al baño. Había tomado una cerveza antes de entrar. En la mitad de la sesión me dieron ganas otra vez, pero me dio vergüenza volver a pedirle pasar al baño.

jueves, 17 de octubre de 2019

miércoles, 16 de octubre de 2019

257

El problema fue que no nos entendimos, no que no nos quisimos. Nos queremos. Pero, no nos entendemos.

256

Hay que aprender a convivir con todos los estímulos que nos aparecen.

lunes, 14 de octubre de 2019

254

Un mensaje de whatsapp que me acaban de mandar: "Mi amor, la vida es anormal siempre".

253

Siempre me sentí el maricón del pueblo. Cuando iba al secundario tenía un noviecito y aunque eran pocas las personas que sabían que estábamos juntos, se notaba. Nunca oculté que era puto, desde los catorce que lo empecé a decir y para cuando estaba en el último año del secundario ya todo el mundo lo sabía. Incluso mi familia. Casi toda: menos mis padres, todo el resto.
Vengo de una familia clase media acomodada que supe ser la high class del pueblo. No reniego del lugar de donde vengo, creo que no ha sido una casa tan mala. Pero, en el fondo -y después de todo lo que pasó después de que me pegaron-, me doy cuenta que puertas para adentro hay una incomodidad conmigo. Creo que pueden tolerar que sea puto, pero un poco molesta (tolerar, que palabra horrible). Esa es información que preferirían guardar puertas adentro, que se sepa, pero que nadie lo diga en voz alta. Yo hablo fuerte y prefiero seguir siendo el maricón del pueblo, aunque me prendan fuego.

252

La gente que no está sola sí puede ir sola a una fiesta. La gente  está sola no puede ir sola a una fiesta.

251

Anoche fui solo a una fiesta. Me gusta salir solo. Este año lo hice varias veces.
Apenas llegué me encontré con un montón de conocidos y amigos. A algunos los conozco y aprecio más, a otros menos. Literalmente puse un pie en la fiesta y cinco personas (o quizás seis, no recuerdo) se acercaron para abrazarme y me abrazaron al mismo tiempo, todos juntos. Fue hermoso. Fue como estar en el living de tu casa con un montón de gente que te quiere porque sí.
En la fiesta estaba Alex Anwandter. Nos dimos un abrazo. Le agradecí la canción. Me agradeció la novela que le regalé. Criticamos la marca de cerveza que vendían en el lugar. Charlamos un rato más. Después él se fue. Nos volvimos a abrazar y le dije buen retorno a casa.

sábado, 12 de octubre de 2019

250

Un mensaje de WhatsApp que me mandó una amiga: "está re caro vivir".

249

Me acaban de mandar el video de cuando me dedicaron la canción en el recital de anoche. A veces las caricias las dan los extraños.

248

Anoche lo vi a José por primera vez desde que nos separamos. Fue como ver a un fantasma. Fue desagradable. Quiso saludarme, pero no dejé que se me acercara: lo paré con mi mano cuando ya estaba a unos pasos. Nos cruzamos en la entrada del recital de Alex Anwandter. En la mitad del concierto Alex contó que llevaba varios días en Buenos Aires y que había hecho algunas entrevistas. Dijo que a la primer entrevista llegó un chico con el ojo ensangrentado, que que le habían pegado por puto. Dijo que no podía creer que aún ocurran cosas así y me dedicó una canción que se llama "Manifiesto". A dos metros mío José miraba el recital.

viernes, 11 de octubre de 2019

247

Anoche me acosté muy tarde y dormí mal. Estoy durmiendo mal últimamente. Decidí que hoy no voy a trabajar, no voy a hacer nada importante. Sólo voy a ir cortarme el pelo. Quiero sentirme lindo.

jueves, 10 de octubre de 2019

246

Estoy en la semana más extraña y larga de mi vida. Sólo quiero acostarme y dormir hasta el próximo lunes.

miércoles, 9 de octubre de 2019

245

Ayer entrevisté a Alex Anwandter y me dijo algo muy sabio e interesante: "La vida es mucho más gay de lo que parece y tiene mucho más que ver con los memes de perritos de lo que creemos".

martes, 8 de octubre de 2019

244

Nunca termino de entender qué es lo importante qué no es lo importante. Todo me parece un gran chiste de mal gusto, pero de esos que al final de tan dan risa.

lunes, 7 de octubre de 2019

243

Hoy me distraje y no fui al taller. Lamento no haber escrito un cuentito que tenía en la cabeza y que ahora me olvidé.

domingo, 6 de octubre de 2019

242

Hoy a la madrugada me cagaron a palos para robarme y, seguramente, porque soy puto y se me nota. Durante todo el día pensé si escribir sobre esto o no: cuando veía publicaciones en redes sociales sobre este tipo de situaciones me ponía incómodo y me preguntaba qué buscaban las personas que difundían esto y qué impacto real podía tener. Pero ahora que soy yo al que le pegaron, el que escuchó cómo un varón violento y heterosexual gritaba una y otra vez "trolo de mierda esta vez ganaste, pero a los putos hay que matarlos a todos" -mientras yo corría con la cara llena de sangre-, me doy cuenta que es importante hacer público este tipo de situaciones: el discurso de odio está a la vuelta de la esquina y la violencia también. Tenemos que estar atentos y atentas. Tenemos que denunciarlo.
Hace siete años que vivo en Buenos Aires y nunca me pasó nada, esta es la primera vez. Jamás sentí que mi propia identidad podía generar esto, es decir, que ser quién soy sea motivo para que un tercero me agreda, me golpee y me humille. Evidentemente estaba equivocado. El discurso de odio se vuelve cada vez más presente y, muy a mi pesar, todo el tiempo estamos expuestos y expuestas a que nos ataquen.
Vivimos en una sociedad precaria: nuestros trabajos son precarios, nuestro Estado es precario, nuestros vínculos son precarios. La precariedad se ve en la calle, se mete hasta en el living de nuestra casa y genera violencia por todos lados. La violencia crece y lastima, al igual que el individualismo: mientras caminaba lastimado y sangrando nadie quiso ayudarme, ni siquiera un policía al que le hice señas para que me se me acerque (apenas me levantó su brazo con el pulgar para arriba y siguió caminando). Tampoco me ayudaron dos maricas que pasaron de la mano adelante mío, mientras yo me limpiaba la cara con mi buzo. Somos egoístas, es un hecho. El egoísmo y la indiferencia son dos maneras de violentar y agravan estas situaciones. No es necesario pegar una piña para infligir dolor.
Las marcas que tengo en mi cara son las marcas de la desigualdad. Las personas no somos todas iguales, no todas tenemos las mismas oportunidades, no accedemos a los mismos beneficios, ni tampoco estamos expuestas a las mismas violencias. ¿Qué hubiese pasado si yo en vez de tener aros de mujer en mis orejas y pantalones apretados hubiese tenido pantalones anchos, des dos metros de altura y una actitud de macho? Quizás me hubiesen molido a golpes igual, pero probablemente no.
Decidí escribir esto porque creo que es importante hablar de estos temas, hacer público los riesgos a los que nos enfrentamos las personas que pertenecemos a una minoría y aquellas que históricamente fueron violentadas, como las mujeres. Decidí escribir esto porque cada vez se conocen más casos de violencia de odio: en 2017 se registraron 103 casos y en 2018 aumentaron a 137, según datos del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT -que depende de la Defensoría del Pueblo de la de Buenos Aires, la Defensoría del Pueblo de la Nación y la Federación Argentina LGBT. Una aclaración importante: esos casos son los que trascendieron en los medios o los que fueron denunciados en la Defensoría LGBT. Es decir, el número seguramente es mayor y tenemos que conocerlo, tenemos que saber qué tan hostil es la calle, cuántas son las personas que son violentadas por vivir su identidad plenamente. Aunque sea engorroso hay que denunciar, hay que buscar a los agresores y hay que hablar de esto. Todos y todas tenemos que tirar para el mismo lado y hacer lo que esté a nuestro alcance para vivir en un lugar más justo y más inclusivo.

sábado, 5 de octubre de 2019

241

Pasé el día en Villa Fiorito. Fui a conocer Belleza y Felicidad. Me hice cuatro nuevas amigas que están llenas de belleza y también de felicidad.

jueves, 3 de octubre de 2019

239

Mi hermana es complicada, pero es dulce. Hace un rato cuando me fui de su casa me regaló una mochila suya que yo siempre quise.

miércoles, 2 de octubre de 2019

238

Anoche le contaba a alguien que cuando vivía en Trelew escribía un montón de cuentos. Cuando me mudé a Buenos Aires dejé de escribir cuentos, entré en un flash ridículo con el periodismo y sólo escribía notas, sobre todo reseñas de discos y algunas crónicas. Apenas llegué tenía la idea de ser cítico de rock, pero del rock me aburrí.  Después quise ser crítico de arte, pero del arte también me aburri. Ahora no sé qué quiero ser, pero estoy seguro que eso no quiero ser.
Durante los primeros tres años que estuve acá tampoco leí mucha ficción, sólo leía no ficción: Josefina Licitra, Leila Guerriero, Cristian Alarcón y toda esa camada de cronistas latinoamericanos. Cuando terminé el terciario en periodismo me volví a enganchar con la ficción. Ahora, que terminé mi licenciatura, me enganché con la ficción otra vez. A veces camino por la calle, o estoy en algún lado y veo o escucho a alguien y empiezo a inventarme una historia en mi cabeza. No lo puedo evitar.

237

Hoy lloré mientras limpiaba el inodoro del baño. De fondo sonaba una canciocita que no conocía, pero era de una cantante chilena.

236

Antes, cuando me iba a dormir, dejaba el celular cerca de la cama para anotar los sueños (si me los acordaba) apenas me levantaba. Ahora decidí que los voy a grabar, porque dejo el teléfono lejos de la cama y me cuesta pensar en escribir. Los grabo en WhatsApp, en un grupo que tengo conmigo mismo y que se llama Yo Mismo.
Hoy hice la primera grabación. Fueron dos sueños que tuve como a las ocho y pico de la mañana, justo un rato antes de levantarme para irme a trabajar. Sobre el primer sueño sólo recordé esto: "Me lo encuentro en un lugar y se hace el superado y me trata mal". Del segundo grabé un poco más: "Estoy bailando en la calle con Caro, al lado de un camión que está en la puerta de un supermercado chino, pasa ese pop de los mercados chinos, hay una tela con un montón de uñas postizas de fantasía, agarro una gigante, me la pongo, pero se me cae al piso y Caro la pisa y se rompe. Ella me dice 'tenes a José atrás tuyo'. Se me acerca llorando y dice 'no sé cómo hacer para levantarme mejor para Imanol'. Nos corremos, me trata de besar, lo empujo y le dijo 'al final eras como los anteriores: un siniestro' y cuando me estoy yendo, con un poco de culpa lo que dije vuelvo, pero no puedo pedir disculpas porque estoy enojado, entonces digo 'dejá de tomar porque sino este es el único camino por el que vas a poder andar'".

martes, 1 de octubre de 2019

235

Otro ejercicio. Un diálogo:

-La Lucía es una forra, me robó la pollera.
-Yo te dije que la Luci era alta mechera.
-Bueno loca, pará, no me agités.
-No te agito boluda, pero yo te dije y yo siempre tengo la posta.
-Ridícula ¿qué decís? Vos no tenes idea de nada, si tenes menos calle que Venecia.
-Amiga, yo tengo calle, cordón y vereda.
-Te haces la piya porque vas a la universidad, pero la que tiene la posta acá soy yo que soy una laburante.
-Que Miguel te pague por coger no es un laburo nena.
-¿Pero qué decís pelotuda? Si al viejo ese no lo veo hace mil.
-La Luci es alta chorra y vos alta versera porque el otro día te vi saliendo por el pasillo de atrás de su casa.
-...
-...
-¿Y qué queres que haga? Le tengo que dar comida al Marquitos y nadie me da un laburo piola.
-Ya te dije que hables con Rosa, ella le paga bien a las asistentes que tiene.
-Con esa vieja turbia ni en pedo laburo.
-¿Tenes un pucho?
-Sí, tomá.
-Gracias, amiga.
-No, con Rosa, no, ni en pedo ¿te pensas que voy a ir por el barrio matando gallinas y gatos negros?
-Nena, la señora no hace ese tipo de trabajos.
-¿Y qué mierda hace la chorra esa?
-Amarres, lecturas de tarot, congelamientos. Trabajos más sencillos.
-Puede ser, lo voy a pensar.
-Sí, pensalo, porque te vendría re bien la guita ¿imaginate traer a la bendición acá?
-Se muere, el pibe, se muere y yo me fundo porque va a querer todos esos chiches de mierda que te vienen en la cajita pedorra.
-Ay loca, re mala onda vos, no podes disfrutar ni del lugar donde te traigo a cenar.
-¿Cómo voy a disfrutar si siempre hay olor a mierda? ya te dije que el Mc Ddonald's del Obelisco es el más choto.
-Depende, porque el Dami me contó que acá siempre levanta.
-Sí, a mi también me dijo y parece que se la chupó en el baño al guardia que está a la noche, re trola salió.
-A mi me da miedo lo del SIDA, amiga.
-A vos te da miedo hasta tirarte un pedo.
-¿Qué decís tarada? Si hasta te ayudé a parir en tu casa porque no llegamos al hospital y no hice ni un bardo.
-Pero apenas terminé de parir te desmayaste, suerte que llegó mi vieja justo.
-Vos, yo y la bendición, todos en el piso... Pobre Gloria, encontrarse con ello.
-Pobre yo, pelotuda, me acababa de salir un pibe de la concha ¿sabes lo que duele hermana?

234

Un ejercicio:

El auto tiene olor a sexo me dijo mi mamá cuando aparecí en el living de mi casa con resaca. Era cierto, porque anoche cogí con Victoria y Lucía ahí, las tres en el asiento de atrás. Estábamos borrachas y drogadas. Sé que si le digo la verdad a mi vieja me va a cagar a pedos, me va a preguntar por qué hago algo tan ridículo, si me estoy drogando, si soy una degenerada, si me gustan las chicas, si me voy a hacer puta o lesbiana. Fue un polvo hermoso. Lo que más me gusta de coger con ellas es cómo me chupan la concha. Creo que la excelencia que tiene Lucía para chuparme la concha es única. Jamás me la chupan así, aunque ahora no sé si fue su excelencia o el ácido que tomamos. Hace dos días que no duermo.
Voy a salir a andar en bici un rato, para ver si se me baja. No quiero estar re careta en mi casa. Además, afuera hay sol y me gusta pedalear por Buenos Aires y que el sol me de en la cara mientras escucho música electrónica bien fuerte. Si me quedo acá me va a agarrar el bajón: me voy a meter en un pozo depresivo y no quiero. Muy de la merca la depre y a mi la merca no me cabe. Por eso me hice lesbiana, porque todos los tipos con los que salí se hacían los buenos, pero eran altos duros. Seguro tomaban porque eran unos maricones que no querían solucioanr sus vidas, que eran re tranquilas. Todos eran unos chetos traumados y yo no estoy para la gilada, yo estoy para algo más. Por eso salgo con Lucía y con Victoria. Ellas son inteligentes, buena onda y van de frente. Lucía tiene una pyme de no sé qué y Victoria es transa, pero VIP, no le vende a los giles. Una vez le llevamos unas pastillas a Esther Goris. La vieja estaba en una fiesta privada en un edificio cheto de Retiro. Había de todo en ese lugar: homosexuales, trans, travestis, chicos europeos, diseñadores y un obrero paraguayo que se cogió a una de las trans en el baño y después vomitó una alfombra que había en el lugar.
El dueño de la casa nos echó a todos. Según él, el trapo costaba miles de dólares. Se la había hecho traer de Egipto a un amigo que viajaba a comprar telas carísimas para su local en Once. Con Victoria y Lucía siempre flasheamos con ir a Egipto, conocer las pirámides, flashear Cleopatra. Pero yo no tengo un mango. Con lo que gano no me puedo comprar ni una birra.

lunes, 30 de septiembre de 2019

233

Tres anotaciones:
Se pueden generar muchas sensaciones a partir de una limitación.
¿Qué puedo escribir largo rato y que además me interese?
Disfrazamos de ficción nuestra vida para sentirnos menos expuestos.

232

Está buenísimo andar en bici mientras escuchas música electrónica

domingo, 29 de septiembre de 2019

231

Hoy lo extrañé a José. Síndrome de domingo a las siete de la tarde, antes de que sean las siete de la tarde. Algo nos pasó a los dos, creo (o quiero creer). Algo nos desconectó.

sábado, 28 de septiembre de 2019

230

Anoche salí solo a una fiesta. Me volví a mi casa sonriendo. Ya era de día. Un chico me dejó flotando.

viernes, 27 de septiembre de 2019

229

Una frase que escuché al pasar hace un ratito: "¿Entendes boludo? O sea, tengo 2500 pesos para esta noche nomás ¿entendes boludo?".

jueves, 26 de septiembre de 2019

228

"¿Vos crees que yo soy denso?", le pregunté a mi amigo Cajita. "No", me respondió. Y se quedó dormido.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

martes, 24 de septiembre de 2019

226

Finalmente decidí cumplir mi deseo de ser dj. Ya estoy practicando. En teoría mi primera presentación en público va a ser en un mes, más o menos. Todavía me tengo que inventar el nombre.

lunes, 23 de septiembre de 2019

225

Otro ejercicio, es un texto a cuatro manos.

"Extraño a mi ahijado", pensó Estela mientras se cebaba un mate. Su ahijado, Marcos, se convirtió en el transa del barrio: su sueño es llegar a narco. Marcos empezó a tomar drogas cuando se murió el marido de Estela, había sido como un padre para él. Al tiempo de empezar a consumir, Estela lo descubrió cocinando ketamina a baño maría y en ese mismo momento lo echó de la casa para siempre.
Ahora, ella vive sola. A veces la visa su hija o una amiga del barrio, que perdió a su hijo culpa del paco que vende Marcos, pero no tiene resentimiento hacia Estela porque sabe que ella no es culpable de nada. Después de todo, ya a determinada edad, cada uno es responsable de sus actos y Estela Estaba segura de que hizo lo mejor que pudo.
Claudia, su nueva vecina, le había presentado a un primo lejano. Desde que murió su marido Estela no había vuelto a estar con nadie y a Claudia no le gustaba que esté sola y triste. Quería que recupere la alegría de vivir. Sin embargo, la relación no prosperó. El tipo era el comisario del barrio y en un enfrentamiento con los transas del lugar le pegó un tiro a Marcos. Si bien no lo mató, el pibe quedó rengo y por eso ahora, cuando los pibes del barrio quieren pegar algo, dicen: "llamá al rengo, tiene de la buena". Estela no tenía suerte, pensaba que su destino era pasar sus días sintiéndose miserable, sola, triste y desgraciada. Pensó que, tal vez, si ella comenzaba a consumir alguna droga se sentiría mejor. En algún lado había escuchando que  los que consumían en realidad eran personas muy sensibles que les cuesta transitar la dura realidad de la vida con la que a veces tienen que enfrentarse. Por eso preferían estar puestos y volados. Le daba miedo empezar por algo sintético, pero no sabía qué droga no era sintética: ella creía que la marihuana se hacía en laboratorios.
Estela decidió empezar yoga. Iba a la clase gratuita que deban en la plaza del barrio. Si le quedaba energía después de la clase, se quedaba a la siguiente.

224

Un ejercicio:

"Extraño a mi ahijado", pensó Estela mientras se cebaba un mate. Estaba sentada en la puerta de su casa, en una reposera. Intentó levantarse para calentar agua, pero le dolía la costilla. Usaba como bastón un fierro que era de su marido. Ella creía que la protegía de las malas energías o de posibles macumbas que quisieran hacerle. Para aumentar su seguridad hizo un círculo de arena alrededor de la cama, con velas y otros objetos: estampitas, cruces, rosarios y un vagón de tren de juguete de su ahijado. Tomaba todas estas precauciones porque le tenía desprecio a Rosa, una gitana que vivía en la cuadra siguiente a la suya: Estela estaba convencida que ella le había matado a su gata margarita para hacer algún trabajo. Por eso, la denunció con la policía, quería que termine presa, que se pudra en un calabozo. Abajo del corpiño, Estela llevaba una máscara de cerámica muy chiquita que su hijo le trajo de Brasil bendecida por un pai umbanda. Ella no hablaba mucho con su hijo porque es matemático y para Estela él hablaba complicado, dice cosas como: pi, hipotenusa, ecuación.

domingo, 22 de septiembre de 2019

223

Sumé un nuevo amuleto: una cadenita de metal oscura, con un nudito de cuero y una calavera chiquita que cuelga y que tiene una flor gravada en la mitad. Los otros son: un aro con forma de hacha y que parece hecho con los dientes; otro aro que parece que flota, es un circulo que se apoya en donde termina mi oreja. Amuletos que me dieron tres amigas. 

sábado, 21 de septiembre de 2019

222

Un chat de WhatsApp de esta madrugada:

Estoy borracho
Y cerca de tu casa
Vos en que andas?
Ey
Por dormir
Recién lo veo
Yo abajo de tu casa
A punto de cruzar a tomar el 67
En el metrobus
Bueno, no se nota, pero es tu casa
Si, se ve la ventana bajita
Tkm
Yo también
Hoy pensé en vos
Estamos conectados
Syempre

A mí rompieron el corazón
Así q salí a emborracharme

Uh
José?
Sip
Mega oscuro todo
Q mal :(
:(
Q bajón
Re
;(
Queres dormir acá?
Si. No quiero viajar.
Dale, bajo

221

Anoche Cajita me invitó a un concierto de Miranda. Las entradas las consiguió el hermano de Karen, una amiga de él (escribí un cuento sobre ella hace poco). Un dato de color: cuando me separé de José en noviembre del año pasado, ese mismo día también fui a ver a Miranda y también fue en el Abasto.
El público de Miranda es muy extraño. Es todos y es nadie. Son señoras que lloran, maricas de treinta y pico y adolescentes que tienen binchas de flores de papel con luces. El milagro del pop.

220

A la lista que armé ayer le sumé algunas canciones:

Hot butter - Nathy Peluso
Microdancing - Babasónicos
12:30 - Emmanuel Horvilleur
Enamorada - Miranda
Pose - Naomi Smalls

viernes, 20 de septiembre de 2019

219

Armé una playlist súper acotada y precisa. Le puse de nombre "Todo bien". La lista de canciones es:

El diablo de tu corazón - Fito Páez
Cheques - Spinetta y los Socios del Desierto
Reloj de Plastilina - Charly García
Algo está cambiando - Julieta Venegas
Te vis - Fransia
Apaguen esa pista - Meteoros + Emmanuel Horvilleur
Mentira - Chita
Luxurious - Gwen Stefani
Frenesí - Isla de los Estados
Bailarina - Miranda!
Ayer te vi - Louta + Gotusso
DOT - Ministerio de Energía
Departamento - Bandalos Chinos + Adan Jodorowsky
Lo que está ya vendrá - Isla de los Estados
Intuición - Meteoros + Rosario Ortega

218

Ayer escribí: "Mi casa es insoportable". Pero, lo que tendría que haber escrito es: "Mi casa se me hace insoportable".

miércoles, 18 de septiembre de 2019

216

Hoy, hace exactamente un año, se murió mi tía Bety. En su honor, el mismo día que falleció, escribí un texto sobre ella y un libro que narra una fuga de una cárcel de mujeres durante la dictadura uruguaya (ese texto de hace un año se puede leer acá).  Ella era genial, complicada, pero genial. La primera vez que entré al Museo Nacional de Bellas Artes, fue con ella. Ella me incentivó para anotarme en la carrera de crítica de arte. Cada vez que tenía que rendir un examen ella sabía la fecha y a los días me mandaba un mail para preguntar cómo me había ido. Nos veíamos para almorzar: ponía una vajilla especial para recibirme y preparaba entrada, plato principal y postre. Tomábamos jugo en polvo o, en el mejor de los casos, una copa de vino. Las últimas veces que la vi grabé nuestras charlas porque sabía que iban a ser las últimas y no me quería olvidar de su voz. Hasta ahora no me animé a escuchar esos audios.
El día que se murió me levanté y tenía un mensaje en mi celular de su hija que decía: "Ma se fue". Al instante llamé a mi mamá y empecé a llorar. A la tarde fui al velorio. No había flores, así que compré un ramito de flores blancas, baratas, y lo puse arriba del cajón. Volví caminando desde la sala velatoria hasta mi casa, comí unas empanadas. Lloré un rato más. Revisé todos los libros de mi biblioteca que ella me había regalado y me fui a dormir.
Al día siguiente fui a Chacarita al crematorio. Todo me pareció bastante ridículo. No lloré hasta el momento en  que vi cómo el cajón entraba a ese horno gigante y rarísimo. Me abracé con una prima lejana. Después con una tía, hermana de mi vieja, y pedía por ver a mi mamá. A la noche José me pasó a buscar por la casa de un familiar. Me invitó una cerveza y un bun de no se qué. Nos sentamos en silencio, uno enfrente del otro. Cuando empecé a llorar otra vez él se paró y me abrazó. Volvimos en el tren callados hasta mi casa y dormimos juntos.
La extraño mucho.

215

En mi casa hay objetos de José que se olvidó: dos calzoncillos, una remera blanca, un dibujo que le hizo un amigo mío. Los objetos no me producen nada. Me dan lo mismo. Él también se quedó con unos objetos míos: un calzoncillo, una remera, una latita con porro que me regaló una amiga. Me pregunto ¿qué hago con sus objetos? ¿qué va a hacer él con mis objetos?

214

Anoche me acordé de algo que hice con mi mamá un domingo a la noche, creo que en 2005 o 2006.
Al tiempo de que mi mamá se separó de mi viejo conoció a un tipo que era nefasto: un veterinario psicópata y manipulador. Con mis hermanos lo odiábamos. El tipo era extremadamente mentiroso y mi madre extremadamente ingenua. En eso nos parecemos: nos cuesta no confiar en las personas que queremos (o que queremos querer). Después de varios meses mi mamá terminó siguiéndolo con su mejor amiga arriba del auto y lo encontraron cogiéndose a otra en medio de una playa que queda en la mitad de la nada.
De ese episodio de novela me enteré bastante tiempo después. Pero, cuando apenas ocurrió, mi vieja estaba re deprimida (acá empieza la anécdota) así que le propuse que juntáramos todas las cosas que él le había regalado y que quememos todo. Lo hicimos. Salimos hasta un patio interno que tiene el barrio donde vivía en Trelew, hicimos un montoncito de hojas, arrancamos el fuego y quemamos todo. La única imagen precisa que me acuerdo, de ese momento en el que arrancó el fuego, es la de un libro de autoayuda todo roto quemándose. En la tapa había un ojo con una lágrima. El título era La inutilidad del sufrimiento.

martes, 17 de septiembre de 2019

213

Él se quedó con una remera mía de color negra. Yo me quedé con una remera suya de color blanco.

lunes, 16 de septiembre de 2019

212

Lo que pasa en tu celular pega en la vida real. El problema es que todavía no sabemos muy bien qué significa. ¿Qué significa un mensaje sin responder? ¿Y un like en Instagram?

211

El disco Sí, de Julieta Venegas, que salió en 2003, es perfecto para pedalear por Buenos Aires de noche, mientras tratas de no pensar en tu reciente ex que hace tres meses ya era tu ex, pero volvió a ser tu actual y hace unas horas es tu ex de vuelta (y que todavía queres mucho).

210

Después del amor nunca nada es igual. No podía dejarlo pasar. Todo lo que hicimos fue para quebrar.

domingo, 15 de septiembre de 2019

209

Guarda con los de la noche. Guarda con el rock & roll.

208

Lxs hermanxs. Mis hermanxs.

207

Un redescubrimiento de estos últimos días. El perecido de la voz de Migue García con la de Charly es muy fuerte.




A cada secuencia de este amor
me ayuda a recordar que algo mas paso
que mi visión fue una impresión
y que en si fui feliz
Rasante en tu oscuridad
solo vos sabes quien y donde esta
ya me aproximo a ese lugar
donde siempre tendré que estar ausente
Otra vez me ves
regresas a mi vida y entiendo todo
otra vez volves
te digo "sos mi vida", y acabas con todo
Suerte que algo te canso
imposible fue que me canse yo
días de pura irrealidad
donde en si fui feliz
Rasante en tu oscuridad
solo vos sabes quien y donde esta
ya me aproximo a ese lugar
donde siempre tendré que estar ausente
Otra vez me ves
regresas a mi vida y entiendo todo
otra vez volves
te digo "sos mi vida", y acabas con todo
En secuencia... en secuencia con vos
No me comprendo viviendo sin vos
yo no comprendo como vos
es un problema que no este con vos
yo no comprendo como vos
sigo tan triste, sigo sin vos
yo no comprendo como vos
Tan presente tendré que estar ausente
Otra vez me ves
regresas a mi vida y entiendo todo
otra vez volves
te digo sos mi vida, y acabas con todo

sábado, 14 de septiembre de 2019

206

Anoche en un bar al que fui se me cayó un vaso y se rompió todo. Después, sin querer, tiré una banqueta. En ese momento se me ocurrió una idea para un cuento y la anoté en el celular. Es una historia de amor la línea de colectivos 100.

205

Dos canciones que ilustran a la perfección este 2019: "El diablo de tu corazón" y "Salir al sol". La primera se editó en 2001 y la segunda en 2003.

204

Ya no soporto una salida sin tomar alikal al día siguiente.

viernes, 13 de septiembre de 2019

jueves, 12 de septiembre de 2019

202

Con dos amigos queremos hacer una fiesta. Los tres coincidimos que desde que asumió Macri, es decir, desde diciembre de 2015 y hasta ahora, cada vez hay menos fiestas. Ya no sabemos a donde salir. Las opciones que hay son aburridas u oscuras. No hay ganas de festejar. No hay nada que festejar.
La crisis no estalla: implosiona, dice un ensayo publicado en la revista Anfibia. Hace unos días decía que la precariedad de la vida exterior se metía en mi casa, en mi vida. Esa idea está mucho mejor explicada en este texto que leí ayer. Cuatro años resumidos en un párrafo:
"Mayorías cansadas por la intensificación de la movilización de la vida y la ‘belicosidad’ de lo cotidiano; por sostener una vida –anímica y materialmente– sin dejar ningún elemento librado al azar. Por administrar entradas de dinero de varios lados: trabajo, changas, subsidios, préstamos. Por lidiar con la necesidad de mantener un umbral de consumo empobrecido y de ‘emergencia’ (casi todo comida, servicios, transporte público, casi nada en ropa y en celulares), junto con la educación de los pibes y las pibas en la escuela. Por bancar deudas –de financistas y de familiares– y, sobre todo, por sostener un trabajo doméstico en los interiores estallados: de su tiempo caótico, de los quilombos afectivos, de las violencias exteriores que se pliegan en los cuerpos cansados cuando atraviesan la puerta. Que haya que administrarlo todo, que haya que ganarlo todo, que haya que protegerlo todo cotidianamente con ‘alma (gorruda) y vida’, que nada esté garantizado y que todo amenace con salirse de control, hace que la vida mula no sea jamás homogénea ni igualitaria".

miércoles, 11 de septiembre de 2019

201

Para seguir en la línea del desamor: una canción de Bándalos Chinos



Hoy que piensas que pierdo el tiempo
No hay nada en mis ideas, solo juego
Quizás por la mañana no quiera amanecer

Tengo que explicarte otra vez

Lloré...
No estabas al tanto (ooh, ooh)
Me fui...
No quise mostrarlo

Aunque no me vea en tu reflejo
Puedo entender cuál es el miedo
Quizás por la mañana no quiera amanecer
Tengo que explicarte otra vez

Lloré...
No estabas al tanto (ooh, ooh)
Me fui...
No quise mostrarlo

Mírame
Mírame
Mírame
Mírame

Lloré...
No estabas al tanto (ooh, ooh)
Me fui...
No quise mostrarlo

Lloré...
No estabas al tanto (ooh, ooh)
Me fui...
No quise mostrarlo

200

Hace un rato, en una reunión de trabajo donde discutíamos cómo explicarle a los adolescentes qué son los sesgos cognitivos, descubrí que existen dos experimentos que trabajan este tema y que, curiosamente describen a la perfección mi situación sentimental.
El primer experimento es muy simple. El científico tira una moneda para arriba. La moneda es común y corriente, no tiene ninguna particularidad. Supongamos que el 30 por ciento de las veces salió cara y el 70 restante, cruz. Antes de tirar la moneda por vez número 21, el científico va a preguntarte a vos de qué lado va a caer la próxima vez. Seguramente pienses que hay dos posibles respuestas correctas: que va a salir cara porque salió menos, entonces hay más chances de que salga ahora; o que va a salir cruz, porque se va a repetir la tendencia. Pero, las dos respuestas están mal: cada vez que se tira una moneda la posibilidad de que caiga de un lado o del otro es de 50 y 50. Es el azar el que decide. Esto se llama falacia del jugador y pone en evidencia un sesgo que nos hace creer que en la mayoría de los casos las cosas se suceden secuencialmente y eso no siempre es así. Muchas veces hacemos A, pero no siempre pasa B, incluso si antes siempre fue así. Las consecuencias de nuestras decisiones no siempre dan los mismos resultados. Aunque hagamos una y otra vez lo mismo, aunque siempre tiremos al techo la misma moneda, la racha puede cambiar.
El segundo experimento es más complejo. En un laboratorio un científico te invita a pasar y te muestra al mismo tiempo dos fotos de dos mujeres diferentes, una foto en cada mano. El científico te pregunta de cuál serías amigo y te pide que elijas una de las dos fotos. Vos señalas  con el dedo a la mujer de la izquierda, sin dudarlo. Realmente quieren ser amigo de ella. Después el científico te va a pasar la foto para que la vuelvas a ver, pero antes de entregarte la foto de la izquierda va a hacer un pase de prestidigitación (eso que hacen los magos para hacer "trucos" de magia) y va a mostrarte en su mano izquierda la foto de la derecha. Dicho así parece estúpido, pero cuando este experimento se hace en la mayoría de los casos las personas no se dan cuenta que su respuesta fue alterada y justifican lo que no eligieron. Pero ¿qué tiene que ver esto con las emociones? La relación es que este experimento evidencia algo que se llama ceguera a la elección, una conducta que genera que te inventes razones para elegir algo e inventes un cuentito para justificarte, incluso aquello que en verdad no elegiste (este experimento se hizo en 2015 en Argentina aplicado a las elecciones presidenciales y fue genial, está disponible acá). El problema es que crees que todas las decisiones que tomás son conscientes y propias, pero muchas veces responden a ideas previas que tenemos en nuestra cabeza pero que no podemos identificarlas y por eso tenemos confianza ciega sobre muchas cosas de las que en verdad deberíamos desconfiar.

martes, 10 de septiembre de 2019

199

Hay una canción de Fito que dice: se terminó, se terminó/ cambiar por cambiar, no más, no resultó. Y también hay otra que dice: con la cocaína siempre llega el dolor/ es la forma perfecta para no sentir amor. Esta segunda después habla de Charly. 


198

Anoche en el taller que empecé escribí un tercer texto, pero no lo quise publicar porque es un texto triste. Habla del desamor.

197

"Soy de nadie, soy mía", le dijo Bianca al último cliente que atendió  en el telo de Godoy Cruz. Un casado de 42 años y 3 hijas que todos los jueves tomaba merca para no sentir y cuando igual seguía sintiendo la buscaba a Bianca.
Bianca espera que para agosto del año próximo le salga una beca para ir a estudiar a España un doctorado en filosofía. Mientras tanto trabaja en la calle. Prefiere eso a la gerencia familiar o a un trabajo de oficina. Sólo puede sentarse cuando estudia o cuando se pone a escribir. Hoy se levantó pensando en que no había estado sentada lo suficiente y que antes de irse a la zona iba a tener que hacer sí o sí el examen online del curso que estaba tomando: "La crisis contemporánea del marxismo post-estructuralista".  Siempre que lee a Marx se imagina siendo su amante. Fantasea con lamerlo desde la boca hasta el pubis. Pero Marx murió y Bianca está viva.
Antes de irse para el rosedal pasa a ver su amiga Virginia. Antes, compartían la misma esquina, pero ahora ella se puso un kiosco 24 horas. Cuando Bianca llega saluda a Virginia con un beso en cada mejilla y le pide lo de siempre: un paquete de Marlboro Box y un pebete de jamón y queso. Bianca decide no trabajar. Se queda  en el kiosco con Virginia. Al parecer le va a salir la jubilación gracias a una moratoria de ANSES pensada para quienes trabajaron siempre en negro, como ella y como Bianca. Las dos siempre fueron putas y el placer siempre se paga en negro.
"Cuando me jubile me voy a dejar las canas porque me dijeron que esta tintura da cáncer", dice Virginia mientras calienta el pebete en el hornito eléctrico que tiene en el fondo del kiosco, donde vive. Un cuartito con una cama, un escritorio, un placard de melamina y el hornito.
Bianca se prende un cigarrillo y mira el ventilador de techo. Le dice a su amiga que no quiere salir más a la calle, que está cansada de trolear. Bianca sólo quiere pensar, pero pensar en la calle y de noche porque no le gusta estar encerrada: siente que deja de ser de nadie, que deja de ser de ella y pasa a ser de las paredes y eso la pone nerviosa y en crisis, como al marxismo post-estructuralista que se encerró tanto que ya no puede hacer la revolución.
Carola, la madre de Bianca, siempre la tenía encerrada en el cuarto de servicio donde dormían las dos. Carola llegó de Paraguay para trabajar como mucama en la quinta de Olivos. Al poco tiempo se embarazó del Presidente y nació Bianca. Para evitar el escándalo político, la mantenía escondida. Cuando el Presidente terminó su mandato reconoció a su hija, pero a los meses la olvidó culpa del alzheimer que lo mató. Bianca cobró una parte importante de la herencia, no así su madre, que terminó cobrando la mínima gracias a una moratoria de ANSES, similar a la que va a cobrar Virginia dentro de poco tiempo. Pero, Bianca tardó en hacerse de su herencia porque en el momento que se murió su padre, que fue presidente, se esguinzó la muñeca y no podía firmar los papeles del banco para cobrar su parte.
"Me gustaría que haga un poquito más de calor", le dijo Bianca a su amiga mientras se preparaba para salir a la calle: finalmente decidió ir a trabajar. Antes de pisar la vereda se acordó que se había quedado sin café para el desayuno del día siguiente. Le sacó unos saquitos a su amiga kiosquera y se los guardó en el escote, entre las tetas.
Después de atender al segundo cliente (Omar, cincuenta y siete años, viudo) pidió una taza de agua caliente a la recepción del telo. Le había dado sueño, así que decidió usar uno de los saquitos que le había sacado a Virginia. Cuando lo terminó de tomar llenó el jacuzzi de la habitación con agua caliente y espuma. Se metió. No hundió los brazos. Desde el teléfono resolvió el examen del curso online que estaba tomando sobre la crisis contemporánea del marxismo post-estructuralista.

196

No sirve para nada vivir para otros. Soy una mujer de un solo estímulo a la vez.

195

Suena una cumbia y Natalia baila sola con una cerveza caliente en la mano. Está en Morón. Cada sábado va sola en un remis y aprovecha a hacer la previa en la hora y media que tiene de viaje. Compra unas birras y las toma con el chofer.
Natalia sólo sale a esa bailanta de Morón. Se hizo amiga de Jesica, una chica trans que en invierno atiende la barra con un outfit de esquimal. Natalia baila en Morón porque para ella la gente transpira diferente. El olor a chivo de esa bailanta es especial. No le gusta el olor a perfume caro de los boliches a los que van sus amigas por Recoleta.
Dentro de dos horas, cuando vuelva en otro remis a su casa, va a sacar las vitaminas que toma todos los días a las 7 am y va a ver en su teléfono un mensaje de su padre: "Estás volviendo? se está incendiando la bailanta a la que vas". Natalia va a sentir un torbellino adentro de su panza. Va a hacer parar al remisero en la mitad de la autopista y va a vomitar cerveza, whisky y pastillas. "Karen se incendió la bailanta boluda" va a escribir en un mensaje de texto. En ese mismo momento se va a olvidar de cómo bailar para siempre. Pero ahora está bailando contra la pared y el boliche todavía no se prendió fuego, todavía puede estar dos horas sin pensar. En definitiva es lo único que quiere: dejar de pensar, al menos por un par de horas.
La abuela de Natalia siempre buscó lo mismo pero se murió en el intento. Natalia se crió con ella y heredó sus peores males, entre ellos la imposibilidad de dejar de pensar. Es una neurótica obsesiva. Sólo cuando baila en Morón se abstrae, pero ahora que la bailanta se va a quemar va a tener que buscar otro espacio para escaparse.
El sábado siguiente al incendio Natalia se encuentra con Karen en el Florida Garden a las siete de la tarde. Piden una tabla de quesos y un champán. Después dos cervezas y antes de irse dos cortados con un tostado de jamón y queso. Karen propone ir a una rave en Costa Salguero. En la cartera lleva tres pastillas para compartir con su amiga y un porro: a veces le cuesta bajar. Toman un remis de la misma remisería que antes la llevaba a Natalia hasta Morón. Le piden al chofer que las deje en Pachá.

lunes, 9 de septiembre de 2019

194

Hoy voy a empezar un taller de escritura. Lo da una amiga que se llama Sofía Badia y escribe muy bien. Hizo un folletín para la revista Orsai sobre sus abuelos y fue genial. Mañana voy a publicar los textos que haga ahí.

domingo, 8 de septiembre de 2019

193

Tengo mucha resaca. El porro me abomba la cabeza. La cerveza también. Bailé hasta tarde.

sábado, 7 de septiembre de 2019

192

Veo muchas fotos en Instagram de amigos que están en Europa. ¿No existe la crisis?

191

Cosas que hay en mi tacho de basura: yerba, colillas de cigarrillos, servilletas usadas, comida con hongos.

190

Empecé a escuchar a Spinetta en 2009.
Cuando vivía en Trelew tomé clases de teatro en un lugar que se llama (si es que todavía existe) El Árbol: una especie de centro cultural ediliciamente noble, pero jipón. Mi profesor se llmaba Gabino, bah, su nombre real es Ariel pero en ese momento usaba su "nombre artístico" todo el tiempo. En una de las clases nos hizo hacer un ejercicio que ya no recuerdo cómo era, pero lo que si me acuerdo es que de fondo sonaba una canción rarísima que me gustó mucho.
La canción es "La bengala perdida".


jueves, 5 de septiembre de 2019

188

Apoyé un envase de cerveza vacío al lado de la heladera y encontré, ahí en el piso, ese papelito que una vez me salió en una galletita de la fortuna, ese que decía: Utiliza los conocimientos adquiridos.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

martes, 3 de septiembre de 2019

186

Mi obsesión por la televisión argentina me arrastró a Tratame bien, un unitario que se emitió por el 13 hace como diez años con Cecilia Roth y Julio Chávez. Es la historia de un matrimonio en crisis. Ella es una mujer empoderada e independiente. Él un controlador y un ansioso. Lloro en casi todos los capítulos.

lunes, 2 de septiembre de 2019

185

No supe de José en todo el fin de semana porque se fue a Mar del Plata de repente. Recién llego de su casa después de una larga charla que empezó como un comentario y derivó en una discusión absurda. Tiendo a creer que él tomó mi comentario como un ataque: dije que me había sentido mal porque no supe de él en todo el fin de semana y sentí que me había ghosteado. Ahora escribo sobre esta discusión teenager porque escribir ordena las ideas. Pero la verdad es que me quedé sin ideas.

domingo, 1 de septiembre de 2019

184

Hace un rato encontré en la cocina de mi casa un pepelito que había sacado una vez en una galletita de la fortuna que decía: "Aplica todos los conocimientos adquiridos".

sábado, 31 de agosto de 2019

183

Anoche lo vi a José. Llegó casi a las 2 am a SEDE, un bar de whisky que se volvió uno de mis lugares favoritos en lo que va del año. "Quiero dormir con vos", me escribió en un mensaje y al rato estaba entrando al bar. Nos emborrachamos y bailamos juntos. Volvimos a mi casa en el colectivo, medio dormidos. Tuvimos una mínima discusión antes de dormir, pero pasó enseguida. Nos levantamos relativamente temprano. Me gusta José. Es imprevisible, misterioso y bastante torpe sentimentalmente y comunicacionalmente. Quiero creer que estamos enamorados aunque no sabemos muy bien qué es eso y cómo se hace. Se acaba de ir rápido de mi casa.

viernes, 30 de agosto de 2019

182

No puedo dejar el libro que estoy leyendo, a pesar de que no me gusta tanto. Hasta eso me da culpa.

jueves, 29 de agosto de 2019

181

Durante todo el día tuve en mi mente la idea de comer ñoquis. No lo logré. Hoy es 29.

miércoles, 28 de agosto de 2019

180

En los próximos días mi abuela vuelve a Trelew. Siempre creí que el carácter que tengo es producto de la extraña relación que tengo con mi mamá. Sin embargo, en estos últimos días me di cuenta que se le debo (por suerte y por desgracia) a mi abuela. A mi abuela y al colegio católico.

martes, 27 de agosto de 2019

lunes, 26 de agosto de 2019

178

Hay dos distancias posibles: la todo bien, que es cuando no ves a alguien por un tiempo pero cuando lo ves todo bien; y la todo mal, que es cuando no ves a alguien por un tiempo y todo mal.
Con mi amigo Santi ahora tenemos la todo bien. Y está bien.

domingo, 25 de agosto de 2019

177

Disfruto mucho ir los domingo a La Plata a visitar a mi hermano. Siempre comemos bien y siempre él paga todo. El plus de la visita de hoy es que jugué con su nueva PlayStation 4.

sábado, 24 de agosto de 2019

176

Lo que me gusta del nuevo terapeuta es que en un momento de la sesión afirma: "Bueno, hoy hasta acá". Mis amigos me dicen que es porque se acaba el tiempo del turno. Para no decepcionarme no me fijo qué hora es cuando salgo del consultorio.

viernes, 23 de agosto de 2019

175

Con mi anterior terapeuta me atendí durante casi 7 años. Los primeros minutos de la sesión me quedaba en silencio para ordenar las ideas y hacerme una listita mental de qué iba a decir, en qué orden y con qué relevancia.
La meta que tengo con este nuevo terapeuta es aprender a perder el control así que no hago ninguna lista y voy diciendo lo que se me ocurre. Aunque me gusta más, siento que optimizo menos el tiempo.
Que pelotudez.

jueves, 22 de agosto de 2019

174

Hoy a la tarde mi abuela me recordó que hoy es 22 de agosto y que se cumple un nuevo aniversario de la masacre Trelew: en la madrugada del 22 de agosto del 72 un grupo de militantes peronistas y de izquierda (presos políticos de la dictadura de Lanusse) se escapan del penal de Rawson. Llegan al aeropuerto de Trelew. Algunos se escapan, a otros los agarran y los matan contra un paredón en la base militar que, justamente, está en las afueras de Trelew.
Cuarenta años después se condenó a los militares. Las audiencias del juicio eran públicas, en un teatro de Rawson. Fui a dos. En una me acompañó una amiga, que era la presidenta del centro de estudiantes de mi escuela. Íbamos para sentir que éramos parte de la historia.

173

Me miento a mi mismo diciendo que no soy intenso porque "esta semana no lo voy a ver a José". La intensidad no se mide en horas, ni días, ni citas. La intensidad está en la cabeza. Y en el WhatsApp.

miércoles, 21 de agosto de 2019

172

Empecé a leer una novela. Sinceramente no me gusta mucho, pero la narradora me hace acordar a mi mismo. Que egocéntrico. La sigo leyendo, aunque no me enganche, sólo para hacer el ejercicio de escucharme y darme cuenta lo insoportable que no soy. No entiendo cómo mis amigos me soportan. Ni cómo José no me deja.

martes, 20 de agosto de 2019

171

Nunca entendí el mundo de las empresas. Decime que me vas a precarizar, que me vas a pagar poco. No me digas que queres que me sienta parte de la organización.

lunes, 19 de agosto de 2019

170

Una vez empecé a escribir un texto titulado: "Cuatro ideas discutibles sobre el rock". Nunca lo terminé.

domingo, 18 de agosto de 2019

169

Casi siempre, cuando tenemos un problema amoroso, creemos que la culpa es nuestra: somos nosotros los que no debemos ser celosos, los que no debemos sentirnos feos, los que tenemos que mejorar nuestra autoestima, ponerle más ánimo a nuestros vínculos y mil opciones más. Existe una idea generalizada de que efectivamente la mayoría de nuestros problemas amorosos son culpa nuestra vinculado a algún trauma infantil o de nuestra propia inmadurez. Pero, esta opción no solo es negacionista, porque no reconoce que hay mil cosas que nos afectan, sino que deja de lado los contextos socioeconómicos y políticos en los que, intentamos, vincularnos y, en el mejor de los casos, amar. 
Hay una socióloga y escritora de orientación es marxista especializada en historia de la vida emocional, se llama Eva Illouz, y tiene un libro que se llama Por qué duele el amor (creo que hablé de él alguna vez, de la verguenza que dio ir a comprarlo). La cosa es que en ese libro ella explica que el problema de nuestros fracasos dependen de muchas cosas externas a nosotros, como las fuerzas sociales e institucionales que moldean la forma en la que amamos y cómo elegimos parejas. Toda nuestra realidad es bastante precaria (trabajos inestables o temporales, tarifas y alquileres altos, monotributo) y esa precariedad se mete en la cama. 
La realidad es precaria. Las relaciones también. 

sábado, 17 de agosto de 2019

168

Para seguir diciendo poco sobre las apps:
En El fin del amor, ese libro de Tamara Tenenbaum del que hablé en alguna entrada, hay un capítulo dedicado a las apps para conocer gente. Puede que me equivoque, pero si mal no recuerdo, ella se pregunta por qué se tiene tan expectativa de lo que se puede conseguir ahí si el tiempo que le dedicamos a decidir a quién le tiramos corazoncito y a quién cruz es escaso. Es una decisión 100% intelectual: no hay nada de uno que se ponga en juego ahí, ni tampoco ningún tipo de atracción física y/o emocional. Sin embargo, apostamos y apostamos al azar de las apps. No es ni bueno ni malo, simplemente es.

167

Ayer pensé en lo poco democrática que era la idea de "la grieta". No sé si ya lo escribí o no, pero el año pasado tuve el año pasado una conversación con una amiga -Nelly Luna, una superperiodista peruna que dirige Ojo Público en Perú- sobre las aplicaciones para tener citas. Ella decía que no favorecen a la democracia porque el algoritmo te muestra personas con las que compartis likes en redes sociales o amigos en común (también en redes sociales). Nelly se preguntó "¿qué pasaría si las apps te mostraran gente con la que coincidís en algunos puntos, como los gustos musicales, pero no en otros? eso sí sería más democrático".

viernes, 16 de agosto de 2019

166

Me gusta que Alberto Fernández sea el candidato a presidente. Tiene que ver más con mi manera de pensar, a pesar de que milité en La Cámpora cuando Cristina era presidente. Me interesa eso del fin de "la grieta". Es bastante antidemocrática (la grieta).

miércoles, 14 de agosto de 2019

164

Hoy es el cumpleaños de mi hermano. Voy a ir a verlo a La Plata. Le compré un juegito de PlayStation: Residen Evil 4. No sé si le va a gustar. Sinceramente le voy a regalar este porque yo lo quiero jugar.

martes, 13 de agosto de 2019

163

La cadena de mails que empecé en marzo con mi ex profesora de la universidad se acabó. Ella dejó de responder. Y está bien, no pasa nada. El último mail que le mandé lo escribí borracho.

lunes, 12 de agosto de 2019

162

No puedo creer los resultados de las PASO. Las encuestadoras son una mierda y los votantes un misterio. Fue la primera vez que voté para presidente y la primera vez que voté a Cristina. Solo falta llegar a diciembre y que el país siga existiendo.

domingo, 11 de agosto de 2019

sábado, 10 de agosto de 2019

jueves, 8 de agosto de 2019

158

José se va a quedar en Buenos Aires. Consiguió trabajo, no va a volver a Mar del Plata. Iba a viajar a Estados Unidos el sábado, pero ahora se queda. Nos quedamos los dos.

miércoles, 7 de agosto de 2019

157

Hoy llega José. No sé si es mi ex, ni mi actual. Estamos juntos, nada más. (Y nada menos).

martes, 6 de agosto de 2019

156

Es ridícula la idea que uno se tiene que "realizar" cuando hace lo que hace. El chiste es que trabajar no sea tan pesado. Tratar de hacer algo más o menos soportable y listo.

lunes, 5 de agosto de 2019

155

Me levanté de repente porque mi gato empezó a tener arcadas. Unos segundos después, vomitó desde arriba de la mesa. En el piso estaban todos los libros nuevos que compré en la feria de editores.

domingo, 4 de agosto de 2019

154

Compré muchos libros en una feria. Había mucha gente. Casi no se podía caminar. Cuando me paré adelante de un stand y pedí que me cobraran el libro que elegí comprar, apareció la autora y me lo dedicó: "Imanol: que la lectura de este libro te lleve a encontrar cajitas azules con sorpresas maravillosas".

sábado, 3 de agosto de 2019

153

¿Cómo amar en los tiempos de crisis?
Un texto sobre eso que diga y explique cómo cuando hay recesión económica es más difícil tener relaciones. Ya debe existir, sólo que todavía no lo leí.

viernes, 2 de agosto de 2019

152

Descubrí a Javiera Mena hace apenas unas semanas. Me gustan más las chicas que los chicos, pero soy muy rockero.

jueves, 1 de agosto de 2019

151

Hace unos cinco años que trabajo y nunca tuve recibo de sueldo. Vivo en la tiranía del monotributo.

150

En 2017 Walter Lezcano sacó un libro que recopiló casi todos sus texto periodísticos. El título es: Nací en una generación. Periodismo, monotributo y cultura.
Nunca me sentí tan identificado y tan bien definido.

miércoles, 31 de julio de 2019

149

Anoche antes de irme a dormir me acordé de algo que hizo mi papá en 2004:

Cuando estaba en cuarto grado en la escuela nos enseñaron a mandar cartas. Cómo había que completar el sobre, qué datos iban de un lado, qué datos iban del otro, para qué servían las estampillas. La maestra, que se llamaba Gabriela, nos propuso que le mandáramos una carta a los chicos de otra escuela, de otro cuarto grado. En ese momento les dije que mi papá trabaja en un correo, que él podía hacer llegar la carta.
Yo tenía diez años. En mi cabeza me imagine todo el supuesto recorrido que haría la carta para llegar desde mi escuela hasta la otra escuela. Un día mi papá vino a buscar el sobre hasta mi aula y la verdad es que no sé si él la despacho o si simplemente se subió a su auto y se fue a buscar el otro sobre hasta la otra escuela. Imagino que la debe haber despachado.
Algunos días después, llegó la respuesta. Con todos mis compañeros y compañeras nos pusimos alrededor de la mesa de la maestra para leer la carta. Tengo la idea de que yo fui quién la leí, pero ahora lo dudo. Había eliminado esa anécdota de mi cabeza.
Me gustaba pensar que mi papá era cartero.

martes, 30 de julio de 2019

148

Me dijeron que evite las comunicación porque estamos en mercurio retrogrado. Nunca sé qué significa eso, pero por si las dudas.

lunes, 29 de julio de 2019

147

Volví a la incomodidad de si los mensajes llegan o no llegan, si alguien escribe o no escribe. Pero, en definitiva, no sé qué significa un mensaje de texto. Deseo que algún día todos acordemos qué significa que nos manden o no un WhatsApp.

domingo, 28 de julio de 2019

sábado, 27 de julio de 2019

145

La avenida Santa Fe me parece la avenida más fea de la ciudad. Pero me encanta caminar por la avenida Santa Fe escuchando música bien fuerte.

viernes, 26 de julio de 2019

jueves, 25 de julio de 2019

143

Descubrí que me gusta mucho hacer playlists. Es como escribir un cuento pero con canciones, sobre todo cuando el orden de los temas no es aleatorio.

miércoles, 24 de julio de 2019

142

Todos los días a la cinco de la tarde el sol se refleja en la ventana de un edificio que está justo enfrente de la ventana de mi casa. Hasta las cinco y cuarto no puedo hacer nada porque ese reflejo me da justo en la cara. Me muevo y trato de esconderme atrás de la computadora, pero tampoco veo.

141

Algo cursi que vi en Instagram: "Entender que no tenemos el control de todo es una forma de amor propio".

martes, 23 de julio de 2019

domingo, 21 de julio de 2019

138

Hay que leer. Leer y conversar.

137

En 2011 conocí por Facebook a Diego Spiteri. Diego es fotógrafo y vivía cerca del departamento de mi hermana, lugar en donde viví dos años y medio apenas llegué a Buenos Aires. Desde 2011 y hasta 2013, sólo hablamos por Facebook.
Diego tiene 20 años más que yo. Fue el primer amigo gay que tuve en Buenos Aires y también el primer chico que besé en esta ciudad.
Diego me enseño dos cosas muy importantes. La primera: "siempre son los mismos 30 putos". La segunda: "Tu problema Imanol es que estás muy atravesado por la cultura".

sábado, 20 de julio de 2019

136

Algo que dijo Cajita:
¿Qué onda la gente? Un torso desnudo en Instagram con una frase de Alejandra Pizarnik: el beboteo es el nuevo pensar. 

135

Un mensaje de texto:
Que ganas de llorar con vos otra vez.

viernes, 19 de julio de 2019

134

Si estás bajando todo el tiempo lo único que tenes que hacer es subir:

Busco mi piedra filosofal 
en los 7 locos, 
en el mar, 
en el cadáver exquisito, 
en no tener piedad, 
en la quinta esencia de la música, 
dentro mío en el amor 
y el... 
Odio tener que pensar, 
preferiría tu sonrisa a toda la verdad 
avanzo un paso, 
retrocedo y vuelvo a preguntar 
que algo cambie, 
para no cambiar jamás 
todo es imperfecto amor 
y obvio.

133

En 2017 fui asistente de Eduardo Costa, un artista argentino de los 60. Viajamos a Río de Janeiro. Yo nunca había estado ahí, pero él sí, incluso vivió en Río algunos años. En ese viaje le conté a Costa que para mi el norte era escribir, que no me preocupaba mucho sobre qué. Él me dio el siguiente consejo: escribí todo lo que se te ocurra, siempre.

132

Con el diario del lunes todo es menos grave. Pero casi siempre vivo en el domingo.

131

Finalmente no lo vi.
No respondió mis mensajes. Sólo pudo decir Ver nos vamos a ver te amo y, unas horas más tarde, nos vemos cuando vuelva no se si voy a poder ahora.
Después nada.

jueves, 18 de julio de 2019

130

Un diálogo adolescente:

Sabes por qué yo soy anti o prefiero estar solo, ni si quiera coger?
No claves un visto
porque evito esta sensación
odio esta sensación
prefiero no sentir nada

miércoles, 17 de julio de 2019

129

José está en Buenos Aires. Hoy rinde un examen. Quiero verlo, pero él se resiste un poco.
Sigue la ansiedad como de año nuevo.

martes, 16 de julio de 2019

128

En 2017 conocí en San Pablo, Brasil, a una chica cubana que vivía en España. Me contó que se exilió de la isla cuando terminó la universidad y se fue a vivir a la casa de una tía en Madrid.
El primer día que llegó su tía la llevó a un supermercado y cuando llegaron a la góndola de las galletitas le dijo que elija la que quiera para la merienda. Ella se quedó quieta sin poder elegir, porque nunca había visto tanta variedad, ni tampoco había tenido la posibilidad de elegir entre un producto u otra. También quedó impactada cuando empezó a viajar en el metro: no podía entender por qué las personas estaban tan alienadas, como creyendo que esa realidad (capitalista) que vivían era la única opción posible.

domingo, 14 de julio de 2019

126

Mañana vuelve José. No termino de entender si es el amor después del amor o si es el amor de antes, pero diferente.

sábado, 13 de julio de 2019

jueves, 11 de julio de 2019

123

Le pedí a mi mamá que me mande desde Trelew todos mis libros de Harry Potter.
Me los olvidé en lo de una amiga, con dos frascos de dulce y un libro que se llama por qué duele el amor.

lunes, 8 de julio de 2019

120

Cuando mi amigo Santi se fue a vivir a Londres por unos meses lloré mucho, mientras veía cómo se subía a un taxi camino al aeropuerto. Ayer cuando se fue José también lloré, pero no mientras se subía a un taxi, sino cuando llegué a mi casa y él no estaba.
Amor es también que la presencia de alguien y solo su presencia ya te haga bien.