59

La pregunta que me hizo mi amigo, con el que fui a ver a Charly, era si recomendaría el show. Nos preguntó eso a su novia y a mi. Dije que no.
Tres ideas que me quedaron en la cabeza después del concierto:
1. "Charly García" como idea, es mucho mejor que "Charly García" como sujeto. Hay que bancar la idea y la música, no al tipo.
2. De alguna u otra manera el público de Charly es tan decadente como él: todo se lo festeja y de todo se ríe. En un momento del recital, mientras sonaba "No importa", pasaban tapes de fines de los 90. Al público le parecían geniales, es decir, ver a un tipo pasado agarrándose a trompadas, era una genialidad. Uno de los tapes era una placa de crónica que decía: "Charly tiró una maceta por la ventana y le pegó a una redactora de Crónica". El publicó aplaudió.
3. Es un artista decadente, pero no porque ahora está rehabilitado y gordo, sino porque es bastante facho. La idea de que "un aristócrata de la virtud" se desfiguró demasiado. Se volvió un aristócrata a secas.

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El público de Charly García paga para verlo sólo porque le da morbo la muerte. El concierto duró un poco menos de una hora. Tengo ideas cruzadas y sentimientos encontrados. Fue rarísimo.
Decidí que no quiero volver a un recital de él.

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Lo más complicado de este febrero es aprender a a frustrarse, a vivir sin amor y con un muerto.

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Conseguí entradas para ir al recital de Charly García en el Gran Rex mañana. Lo único que tengo son expectativas. Sólo expectativas, nada más.

55

Mi tía, que es psicóloga, dice que tengo mucha actividad psíquica al dormir (o sea, sueño mucho, todas las noches) porque no hago actividad físicas cuando estoy despierto.
Hace unos días me sugirieron hacer pilates o yoga para modificar mi mala postura y así tener menos dolor de espalda.

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Paseé todo el domingo con Mariana, mi nueva amiga y vecina. Discutimos sobre las siguientes frases populares: "Dios todo lo ve", "El de arriba se acuerda" y "El que las hace las paga". Ella decía que decir eso era una idiotez, que la justicia no existía y que era horrible quedarse quieto mirando como pasan las cosas, esperando que la "justicia divina" haga lo suyo.
Siempre pensé en eso de "el de arriba se acuerda" cuando veía que los chicos con los que salía y me rompían el corazón yo los veía parados en el mismo lugar caótico en el que los dejé. Pero ahora me doy cuenta que eso es una pelotudez, primero porque para ellos el caos es el orden bien interpretado y segundo porque esperar que una divinidad se ocupe de todo, que "el karma" haga lo suyo es una boludez. La justicia es un problema de la razón, no de Dios.

53

Esta nueva amiga que conocí ayer se llama Mariana. Hoy me escribió un mensaje por Instagram y después por Whatsapp, descubrimos que somos vecinos. Me invitó a tomar café. En media hora voy a estar en su casa que, al parecer, tiene una buena biblioteca (la ordenó hoy mismo).

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Anoche decidí acostarme a las doce de la noche, irritado porque era sábado a la noche y yo me estaba yendo a dormir, pero a la vez satisfecho de haber optimizado el sábado y contento porque hoy me levanté temprano. Voy a intentar trabajar todo el día para ponerme al día. También voy a escribir así me pongo al día con mis 365 textos. No sé que tan sana es la autoexigencia, pero a veces funciona

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Esta tarde estuve en una reunión de sumario muy sacada. Había artistas, poetas, ilustradores y periodistas. Todxs discutían sobre cómo tiene que ser el próximo número de El Flasherito, un periódico de arte. Lo mejor de todo es que me hice una amiga nueva: es socióloga, es filoso y precisa. Lo mejor de todo es que tiene 20 años más que yo. También me hice amigo de un periodista que trabajó en DPA (la agencia de noticias alemana que cerró hace poco) y que en esa reunión de sumario fue mi mejor aliado.

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Le comenté a un amigo esta idea de que perdía mucho tiempo en giladas. Que desde que se murió Matías hace unos días no paro de pensar en todo el tiempo que uno desperdicia haciendo cosas que no sirven para nada. Él me comentó que cada vez que se enfrenta a una situación trágica -o similar- se pone muy anticapitalista y se pregunta por qué hacemos lo que hacemos. También me dijo que trabajar no tiene sentido

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Me levanto y me acuesto pensando en que Mati está muerto. Me persigue la idea de que pierdo mucho tiempo.

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Mi meta de los 365 textos cortos se atrasó, pero esta semana estuve un poco distraído porque el domingo pasado, como a las nueve de la noche me avisaron que Matías Schmidt, de los primeros amigos que tuve cuando llegué a Buenos Aires, se había muerto. 
Se supone que ahora debería escribir sobre él, sobre cómo era, sobre nuestra relación, pero la verdad es que nunca me gustaron las necrológicas. Esperamos enterrar a los grandes, no a los pares.
No sé qué hacer, ni qué pensar.

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Las ideas que más me gustan se me ocurren en la calle: cuando ando en bici, cuando voy en el colectivo o en el subte. Hoy pedaleaba de vuelta a casa, después de almorzar en lo de una amiga, y escuchaba Naturaleza Sangre, un disco de Fito Páez que salió en 2003 y pensaba que ese álbum es el enlace entre la música de Fito de los 80 y lo que hace ahora. De alguna manera sus discos cambian después de Naturaleza sangre y no después de El amor después del amor.
No recuerdo en qué momento -sé que hace muchos años- leí en una entrevista en la que Fito contaba que hizo ese disco porque se había separado de Cecilia Roth después de 10 años o quizás un poco más. (Fin del momento paparazzi del texto). En esa entrevista él decía que había vuelto a hacer cosas que hacía antes de estar con ella, de hecho en el disco canta un tema con Charly y otros dos con Spinetta. Con el primero salió de gira para tocar Clics modernos y después estuvo en la banda que grabó Piano bar; con el segundo gabró un disco a los 23 años, La la la.
En el almuerzo comentábamos con mi amiga que lo difícil de separarse no era dejar de ver o estar con un otrx sino más bien volver a estar con uno mismo. Pero solo. Después de una relación, sea del tipo que sea, de alguna u otra manera algo cambia adentro de tu cabeza, entonces, cuando te quedas solo no te quedas solo como eras antes sino como sos ahora, diferente, por eso lo difícil es volver a estar con uno mismo porqueque no es el mismo "solo" de antes.

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Anoche leí un cuento en un bar que se llama El Balón. Cuando iba a la escuela escribía muchos cuentos, pero después perdí la costumbre. El cuento que leí es la historia de una chica que se reencuentra con una amiga.
Hoy a la mañana mientras desayunaba vi una entrevista que le hicieron a Fito Páez en la BBC de Londres hace unos pocos días. En un momento decía que estuvo tres años sin escribir nada y que para retomar la escritura decidió escribir un diario durante un año. Todos los días una cosita. Dijo que el diario, el formato diario íntimo, era la libertad total porque es un tipo de escritura sin pretensión.
Cuando decidí revivir este blog pensé lo mismo, pero no quería hacer un diario íntimo (creo que lo estoy logrando) porque no todo lo que me pasa se merece ser contado. Además, para hablar de lo que pasa día a día ya le pago al psicólogo.

45

La procrastinación es la peor condena del siglo XXI.

44

Cuando me pregunté por la utilidad del blog pensé también ¿por qué todo tiene que ser útil? A veces pienso que tener tiempo de ocio está mal visto. No hacer nada. Pasar el rato. No generar dinero, no hacer nada productivo.

43

Día 43 del blog. Todavía no me queda claro para qué sirve. Cuando me preguntan por qué lo hago, no sé qué responder. La salida rápida es que lo hago porque sí, por escribir.
Día 43 del blog. Todavía no me queda claro para qué sirve

42

Ayer estuve parado en Coronel Díaz y Santa Fe y recordé que Charly ahora tiene un gato, un gato negro como el mío. Sé que volvió a vivir en esa casa, que vive ahí actualmente, pero con las paredes pintadas de blanco. De la resaca say no more sólo queda un piano de cola steinway hecho mierda.
En el balcón del histórico departamento de Charly hay una red que lo cubre para evitar que se tire. El gato. claro.

41

Hace algunas semanas un amigo dijo que las series eran la literatura de hoy. Estoy un poco de acuerdo, además con ese argumento me consuelo de leer tan poca literatura (la otra, la de antes).

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A veces me pregunto si tengo problemas para dormir, si padezco de insomnio. Otras veces me pregunto si simplemente duermo poco, pero profundo.

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A Santiago Villanueva lo conocí en marzo de 2015. Le hice una entrevista brevísima para la revista Rolling Stone sobre el ciclo Bellos Jueves. A partir de ahí nos volvímos muy buenos amigos. Creo que lo que más disfruto de él es que nunca deja de sorprenderme. Ya pasaron algunos años desde que nos conocemos y siempre tiene algo ahí guardado que me sorprende. Santi es increíble. Y entre las cosas que me causan sorpresa y asombro está esta historia que me mandó para el viernes de amigxs.

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Hay dos ideas en las que coincidimos con Fernanda sobre el arte. La primera es que las obras no son importantes, o en realidad lo son cuando se conciben con una actitud que no incluye la importancia. Son más un pasaje, un tobogán a otra cosa. La otra es que hay enemigos, y los podemos nombrar.
Vamos en tren a Villa Ballester a ver a Clara Angelica, artista que inaugura nuestro nuevo espacio “2019”. Las preguntas empiezan de atrás para adelante. Clara nos dice que muy pocas amigas la visitan, porque en realidad no tiene amigas. Las paredes de la casa tienen una humedad que ya llega a más de trescientas variaciones de ocre, lo tiene que arreglar, dice. Pero creemos que aunque algunas cosas sean insalubres, es mejor no tocarlas. Clara tiene unos muñecos, que son su familia, a los que les hace ropa, les decora mesas y pasa los años nuevos. Usa de manera indiferente la idea de hermano o de hijo, pero no se rie.
Hizo un cuadro en el 89 donde su mano pinta un remolino del que salen muchas bocas, corazones y una mujer desnuda. En ella está la frescura de los que hacen obra sin mezclarla con nervios; no tiene amigos pero tal vez tampoco los necesite.

Santiago Villanueva

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Durante mucho tiempo pensé en que el google calender era una gilada. En las últimas semanas se convirtió en un aliado.
Es mi nuevo novio

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Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión. Es parte de la religión.

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A veces me siento joven, pero hoy particularmente me di cuenta que hay mucha gente mucho más joven. Es mentira que "lo que importa" es "sentirse joven por dentro".

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Llegué a Buenos Aires en 2013. A partir de ese año y hasta diciembre de 2015 leí únicamente no-ficción: crónicas, investigaciones periodísticas, revistas, etcétera. El único libro de ficción que tengo presente haber leído fue Boquitas Pintadas de Manuel Puig. Seguramente leí alguna que otra cosita más de ficción, pero la verdad es que ni me acuerdo. Tres años leyendo periodismo, el horror.
En 2016 me di cuenta leer sobre textos sobre tu área no se traduce en ser bueno en ese área. Leer periodismo y ser periodista es un error, una trampa, por eso no volví a leer investigaciones o crónicas (salvo los de una única autora: Josefina Licitra). Si el norte es escribir es mejor leer ficción, literatura, narrativa y poesía. Lo otro es blef. Lo divertido está en la ficción, no en la "realidad".

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Me invitaron a leer a un ciclo que se llama "Todos los bares del mundo". Me gustaría escribir un cuento, pero perdí un poco la imaginación. Sólo tengo imaginación en mi mente, no la puedo materializar. Creo que es culpa del periodismo.

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Últimamente estoy muy en sintonía con la canción "King Kong". Salió en el disco Kill gil, ese álbum que Charly García grabó en 2005 en Los Pájaros, el estudio de Palito Ortega (sí, eran amigos antes de que una jueza mande a internar a Charly). Como alguien lo subió a Internet antes de que sea lanzado, la discográfica que lo iba a editar finalmente canceló el proyecto. Cinco años después, en 2010, Sony sacó el disco. García volvió a grabar los temas post rehabilitación y lanzó el álbum, esta vez con dos canciones menos y una voz diferente a la que tenía en 2005.
Dos frases que me gustan de "King Kong":

Cuando el amor está 
ni lo mirás, bailas y te reís 
...
Cuando el amor se va 
no lo esperés, andate y matá a un gil

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Decidí crear el "Viernes de amigxs" y publicar cada viernes un texto de algún amigx. Para complir con la meta de los 365 textos cortos, a lo que sea que me manden mis amigxs le voy a sumar una brevísima introducción. El textito que inaugura esta sección lo escribió Emmanuel Franco, o sea, Cajita o Caji o La Caja. Cuando leo lo que escribe siempre pienso que me gustaría escribir como él, porque sabe usar adjetivos y tiene más imaginación. Cajita es una persona de los adjetivos y yo una de los verbos.

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Una youtuber española, de esas que tienen pelos teñidos de fantasía y son sospechosamente fotogénicas, afirmaba que Rihanna era una celebridad rica en contradicciones. La contradicción como algo positivo, combustible de cambio y acentuación de matices en la personalidad. Se ponía de ejemplos a la Rihanna que se muestra como una supermujer en sus videos musicales versus la que pide ser tratada como un ser humano en las entrevistas. Esta idea me camina la piel como un insecto, me gustaría pensar que al uniforme de la coherencia y el sentido común te lo podes sacar y ser, tal vez, un poco más libre. Aun así yo soy de esos que señalan a los que se contradicen y tengo una manera de ver el mundo y a las personas basada en las palabras, en ese sentido me considero bastante implacable. Soy un ente contradictorio, a veces quiero ser una caja de cenizas y otras veces una perla verde en el agua.

Emmanuel