Cuando mi amigo Santi se fue a vivir a Londres por unos meses lloré mucho, mientras veía cómo se subía a un taxi camino al aeropuerto. Ayer cuando se fue José también lloré, pero no mientras se subía a un taxi, sino cuando llegué a mi casa y él no estaba.
Amor es también que la presencia de alguien y solo su presencia ya te haga bien.
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