miércoles, 24 de julio de 2019

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Todos los días a la cinco de la tarde el sol se refleja en la ventana de un edificio que está justo enfrente de la ventana de mi casa. Hasta las cinco y cuarto no puedo hacer nada porque ese reflejo me da justo en la cara. Me muevo y trato de esconderme atrás de la computadora, pero tampoco veo.

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