miércoles, 30 de octubre de 2019

276

Este año disfruté mucho del azar. Andar por ahí y ver qué onda. Estar todo el tiempo viendo qué onda.

martes, 29 de octubre de 2019

275

Creo que tengo un nuevo amigo virtual. Chateamos relativamente fluido. Vive en otro país. Me cae bien. Me gusta volver a ese momento del primer Internet de comienzos del 2000, donde chateabamos con gente no conocíamos (ni queríamos conocer) sólo porque teníamos algunas cosas en común o porque disfrutábamos de su cibercompañia. A veces siento que tengo relaciones más adultas con personas que conozco poco o con las que comparto un periodo muy corto de tiempo.

lunes, 28 de octubre de 2019

274

Debería decir algo sobre las elecciones, sobre el hecho de que Alberto Fernández es el nuevo presidente, pero la verdad es que no sé que decir. Estoy como en shock. Anoche me abracé a mis amigos en la calle y lloramos todos juntos. Después bailamos y nos emborrachamos, también en la calle. Fue hermoso. Y como leí hoy en la tapa de un diario: el sol sale para todos.

domingo, 27 de octubre de 2019

273

Hoy hay elecciones. Es la primera vez que voto para presidente. Me gusta ir a votar. Me gustaría que todos los años votemos algo. Aguante la democracia.

sábado, 26 de octubre de 2019

272

Paso música electrónica y al mismo tiempo la Caja lee animé.

271

En el botiquín de mi baño hay un alcohol en gel. Me lo traje de la casa de José cuando él se mudó de Coghlan a Recoleta el año pasado. Lo habíamos comprado en febrero de 2018 cuando se contagió de Hepatitis A.

270

Siempre que salgo a bailar solo alguien se me acerca a pedirme droga. Todavía no soy dealer.

viernes, 25 de octubre de 2019

269

El 2019 se convirtió en la resaca del 2018. Me gusta pensar que el domingo se termina la resaca.

jueves, 24 de octubre de 2019

268

Anoche salí con un chico. Me divertí mucho y me emborraché. Cuando le pregunté si la había pasado bien dijo: "me reí mucho y reflexioné todo junto y chapas lindo".

miércoles, 23 de octubre de 2019

267

Hoy cuando salí de la Facultad de Filosofía y Letras, después de entregar una carpeta con documentos para inscribirme en una maestría, sonreí. También me acordé de mi tía Bety. Volví a sonreír.

martes, 22 de octubre de 2019

lunes, 21 de octubre de 2019

domingo, 20 de octubre de 2019

264

Tuve un cumpleaños súper divertido. Bailé mucho y me regalaron muchas flores. También una pizza de muzzarella como a las cuatro de la mañana.

sábado, 19 de octubre de 2019

263

Hoy es mi cumpleaños. Es la primera vez que no llueve el día de mi cumpleaños, desde que vivo en Buenos Aires.

viernes, 18 de octubre de 2019

262

Me gusta mucho cepillarme los dientes mientras me ducho.

261

Hoy llegué al consultorio de mi psicólogo y le pedí ir al baño. Había tomado una cerveza antes de entrar. En la mitad de la sesión me dieron ganas otra vez, pero me dio vergüenza volver a pedirle pasar al baño.

jueves, 17 de octubre de 2019

miércoles, 16 de octubre de 2019

257

El problema fue que no nos entendimos, no que no nos quisimos. Nos queremos. Pero, no nos entendemos.

256

Hay que aprender a convivir con todos los estímulos que nos aparecen.

lunes, 14 de octubre de 2019

254

Un mensaje de whatsapp que me acaban de mandar: "Mi amor, la vida es anormal siempre".

253

Siempre me sentí el maricón del pueblo. Cuando iba al secundario tenía un noviecito y aunque eran pocas las personas que sabían que estábamos juntos, se notaba. Nunca oculté que era puto, desde los catorce que lo empecé a decir y para cuando estaba en el último año del secundario ya todo el mundo lo sabía. Incluso mi familia. Casi toda: menos mis padres, todo el resto.
Vengo de una familia clase media acomodada que supe ser la high class del pueblo. No reniego del lugar de donde vengo, creo que no ha sido una casa tan mala. Pero, en el fondo -y después de todo lo que pasó después de que me pegaron-, me doy cuenta que puertas para adentro hay una incomodidad conmigo. Creo que pueden tolerar que sea puto, pero un poco molesta (tolerar, que palabra horrible). Esa es información que preferirían guardar puertas adentro, que se sepa, pero que nadie lo diga en voz alta. Yo hablo fuerte y prefiero seguir siendo el maricón del pueblo, aunque me prendan fuego.

252

La gente que no está sola sí puede ir sola a una fiesta. La gente  está sola no puede ir sola a una fiesta.

251

Anoche fui solo a una fiesta. Me gusta salir solo. Este año lo hice varias veces.
Apenas llegué me encontré con un montón de conocidos y amigos. A algunos los conozco y aprecio más, a otros menos. Literalmente puse un pie en la fiesta y cinco personas (o quizás seis, no recuerdo) se acercaron para abrazarme y me abrazaron al mismo tiempo, todos juntos. Fue hermoso. Fue como estar en el living de tu casa con un montón de gente que te quiere porque sí.
En la fiesta estaba Alex Anwandter. Nos dimos un abrazo. Le agradecí la canción. Me agradeció la novela que le regalé. Criticamos la marca de cerveza que vendían en el lugar. Charlamos un rato más. Después él se fue. Nos volvimos a abrazar y le dije buen retorno a casa.

sábado, 12 de octubre de 2019

250

Un mensaje de WhatsApp que me mandó una amiga: "está re caro vivir".

249

Me acaban de mandar el video de cuando me dedicaron la canción en el recital de anoche. A veces las caricias las dan los extraños.

248

Anoche lo vi a José por primera vez desde que nos separamos. Fue como ver a un fantasma. Fue desagradable. Quiso saludarme, pero no dejé que se me acercara: lo paré con mi mano cuando ya estaba a unos pasos. Nos cruzamos en la entrada del recital de Alex Anwandter. En la mitad del concierto Alex contó que llevaba varios días en Buenos Aires y que había hecho algunas entrevistas. Dijo que a la primer entrevista llegó un chico con el ojo ensangrentado, que que le habían pegado por puto. Dijo que no podía creer que aún ocurran cosas así y me dedicó una canción que se llama "Manifiesto". A dos metros mío José miraba el recital.

viernes, 11 de octubre de 2019

247

Anoche me acosté muy tarde y dormí mal. Estoy durmiendo mal últimamente. Decidí que hoy no voy a trabajar, no voy a hacer nada importante. Sólo voy a ir cortarme el pelo. Quiero sentirme lindo.

jueves, 10 de octubre de 2019

246

Estoy en la semana más extraña y larga de mi vida. Sólo quiero acostarme y dormir hasta el próximo lunes.

miércoles, 9 de octubre de 2019

245

Ayer entrevisté a Alex Anwandter y me dijo algo muy sabio e interesante: "La vida es mucho más gay de lo que parece y tiene mucho más que ver con los memes de perritos de lo que creemos".

martes, 8 de octubre de 2019

244

Nunca termino de entender qué es lo importante qué no es lo importante. Todo me parece un gran chiste de mal gusto, pero de esos que al final de tan dan risa.

lunes, 7 de octubre de 2019

243

Hoy me distraje y no fui al taller. Lamento no haber escrito un cuentito que tenía en la cabeza y que ahora me olvidé.

domingo, 6 de octubre de 2019

242

Hoy a la madrugada me cagaron a palos para robarme y, seguramente, porque soy puto y se me nota. Durante todo el día pensé si escribir sobre esto o no: cuando veía publicaciones en redes sociales sobre este tipo de situaciones me ponía incómodo y me preguntaba qué buscaban las personas que difundían esto y qué impacto real podía tener. Pero ahora que soy yo al que le pegaron, el que escuchó cómo un varón violento y heterosexual gritaba una y otra vez "trolo de mierda esta vez ganaste, pero a los putos hay que matarlos a todos" -mientras yo corría con la cara llena de sangre-, me doy cuenta que es importante hacer público este tipo de situaciones: el discurso de odio está a la vuelta de la esquina y la violencia también. Tenemos que estar atentos y atentas. Tenemos que denunciarlo.
Hace siete años que vivo en Buenos Aires y nunca me pasó nada, esta es la primera vez. Jamás sentí que mi propia identidad podía generar esto, es decir, que ser quién soy sea motivo para que un tercero me agreda, me golpee y me humille. Evidentemente estaba equivocado. El discurso de odio se vuelve cada vez más presente y, muy a mi pesar, todo el tiempo estamos expuestos y expuestas a que nos ataquen.
Vivimos en una sociedad precaria: nuestros trabajos son precarios, nuestro Estado es precario, nuestros vínculos son precarios. La precariedad se ve en la calle, se mete hasta en el living de nuestra casa y genera violencia por todos lados. La violencia crece y lastima, al igual que el individualismo: mientras caminaba lastimado y sangrando nadie quiso ayudarme, ni siquiera un policía al que le hice señas para que me se me acerque (apenas me levantó su brazo con el pulgar para arriba y siguió caminando). Tampoco me ayudaron dos maricas que pasaron de la mano adelante mío, mientras yo me limpiaba la cara con mi buzo. Somos egoístas, es un hecho. El egoísmo y la indiferencia son dos maneras de violentar y agravan estas situaciones. No es necesario pegar una piña para infligir dolor.
Las marcas que tengo en mi cara son las marcas de la desigualdad. Las personas no somos todas iguales, no todas tenemos las mismas oportunidades, no accedemos a los mismos beneficios, ni tampoco estamos expuestas a las mismas violencias. ¿Qué hubiese pasado si yo en vez de tener aros de mujer en mis orejas y pantalones apretados hubiese tenido pantalones anchos, des dos metros de altura y una actitud de macho? Quizás me hubiesen molido a golpes igual, pero probablemente no.
Decidí escribir esto porque creo que es importante hablar de estos temas, hacer público los riesgos a los que nos enfrentamos las personas que pertenecemos a una minoría y aquellas que históricamente fueron violentadas, como las mujeres. Decidí escribir esto porque cada vez se conocen más casos de violencia de odio: en 2017 se registraron 103 casos y en 2018 aumentaron a 137, según datos del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT -que depende de la Defensoría del Pueblo de la de Buenos Aires, la Defensoría del Pueblo de la Nación y la Federación Argentina LGBT. Una aclaración importante: esos casos son los que trascendieron en los medios o los que fueron denunciados en la Defensoría LGBT. Es decir, el número seguramente es mayor y tenemos que conocerlo, tenemos que saber qué tan hostil es la calle, cuántas son las personas que son violentadas por vivir su identidad plenamente. Aunque sea engorroso hay que denunciar, hay que buscar a los agresores y hay que hablar de esto. Todos y todas tenemos que tirar para el mismo lado y hacer lo que esté a nuestro alcance para vivir en un lugar más justo y más inclusivo.

sábado, 5 de octubre de 2019

241

Pasé el día en Villa Fiorito. Fui a conocer Belleza y Felicidad. Me hice cuatro nuevas amigas que están llenas de belleza y también de felicidad.

jueves, 3 de octubre de 2019

239

Mi hermana es complicada, pero es dulce. Hace un rato cuando me fui de su casa me regaló una mochila suya que yo siempre quise.

miércoles, 2 de octubre de 2019

238

Anoche le contaba a alguien que cuando vivía en Trelew escribía un montón de cuentos. Cuando me mudé a Buenos Aires dejé de escribir cuentos, entré en un flash ridículo con el periodismo y sólo escribía notas, sobre todo reseñas de discos y algunas crónicas. Apenas llegué tenía la idea de ser cítico de rock, pero del rock me aburrí.  Después quise ser crítico de arte, pero del arte también me aburri. Ahora no sé qué quiero ser, pero estoy seguro que eso no quiero ser.
Durante los primeros tres años que estuve acá tampoco leí mucha ficción, sólo leía no ficción: Josefina Licitra, Leila Guerriero, Cristian Alarcón y toda esa camada de cronistas latinoamericanos. Cuando terminé el terciario en periodismo me volví a enganchar con la ficción. Ahora, que terminé mi licenciatura, me enganché con la ficción otra vez. A veces camino por la calle, o estoy en algún lado y veo o escucho a alguien y empiezo a inventarme una historia en mi cabeza. No lo puedo evitar.

237

Hoy lloré mientras limpiaba el inodoro del baño. De fondo sonaba una canciocita que no conocía, pero era de una cantante chilena.

236

Antes, cuando me iba a dormir, dejaba el celular cerca de la cama para anotar los sueños (si me los acordaba) apenas me levantaba. Ahora decidí que los voy a grabar, porque dejo el teléfono lejos de la cama y me cuesta pensar en escribir. Los grabo en WhatsApp, en un grupo que tengo conmigo mismo y que se llama Yo Mismo.
Hoy hice la primera grabación. Fueron dos sueños que tuve como a las ocho y pico de la mañana, justo un rato antes de levantarme para irme a trabajar. Sobre el primer sueño sólo recordé esto: "Me lo encuentro en un lugar y se hace el superado y me trata mal". Del segundo grabé un poco más: "Estoy bailando en la calle con Caro, al lado de un camión que está en la puerta de un supermercado chino, pasa ese pop de los mercados chinos, hay una tela con un montón de uñas postizas de fantasía, agarro una gigante, me la pongo, pero se me cae al piso y Caro la pisa y se rompe. Ella me dice 'tenes a José atrás tuyo'. Se me acerca llorando y dice 'no sé cómo hacer para levantarme mejor para Imanol'. Nos corremos, me trata de besar, lo empujo y le dijo 'al final eras como los anteriores: un siniestro' y cuando me estoy yendo, con un poco de culpa lo que dije vuelvo, pero no puedo pedir disculpas porque estoy enojado, entonces digo 'dejá de tomar porque sino este es el único camino por el que vas a poder andar'".

martes, 1 de octubre de 2019

235

Otro ejercicio. Un diálogo:

-La Lucía es una forra, me robó la pollera.
-Yo te dije que la Luci era alta mechera.
-Bueno loca, pará, no me agités.
-No te agito boluda, pero yo te dije y yo siempre tengo la posta.
-Ridícula ¿qué decís? Vos no tenes idea de nada, si tenes menos calle que Venecia.
-Amiga, yo tengo calle, cordón y vereda.
-Te haces la piya porque vas a la universidad, pero la que tiene la posta acá soy yo que soy una laburante.
-Que Miguel te pague por coger no es un laburo nena.
-¿Pero qué decís pelotuda? Si al viejo ese no lo veo hace mil.
-La Luci es alta chorra y vos alta versera porque el otro día te vi saliendo por el pasillo de atrás de su casa.
-...
-...
-¿Y qué queres que haga? Le tengo que dar comida al Marquitos y nadie me da un laburo piola.
-Ya te dije que hables con Rosa, ella le paga bien a las asistentes que tiene.
-Con esa vieja turbia ni en pedo laburo.
-¿Tenes un pucho?
-Sí, tomá.
-Gracias, amiga.
-No, con Rosa, no, ni en pedo ¿te pensas que voy a ir por el barrio matando gallinas y gatos negros?
-Nena, la señora no hace ese tipo de trabajos.
-¿Y qué mierda hace la chorra esa?
-Amarres, lecturas de tarot, congelamientos. Trabajos más sencillos.
-Puede ser, lo voy a pensar.
-Sí, pensalo, porque te vendría re bien la guita ¿imaginate traer a la bendición acá?
-Se muere, el pibe, se muere y yo me fundo porque va a querer todos esos chiches de mierda que te vienen en la cajita pedorra.
-Ay loca, re mala onda vos, no podes disfrutar ni del lugar donde te traigo a cenar.
-¿Cómo voy a disfrutar si siempre hay olor a mierda? ya te dije que el Mc Ddonald's del Obelisco es el más choto.
-Depende, porque el Dami me contó que acá siempre levanta.
-Sí, a mi también me dijo y parece que se la chupó en el baño al guardia que está a la noche, re trola salió.
-A mi me da miedo lo del SIDA, amiga.
-A vos te da miedo hasta tirarte un pedo.
-¿Qué decís tarada? Si hasta te ayudé a parir en tu casa porque no llegamos al hospital y no hice ni un bardo.
-Pero apenas terminé de parir te desmayaste, suerte que llegó mi vieja justo.
-Vos, yo y la bendición, todos en el piso... Pobre Gloria, encontrarse con ello.
-Pobre yo, pelotuda, me acababa de salir un pibe de la concha ¿sabes lo que duele hermana?

234

Un ejercicio:

El auto tiene olor a sexo me dijo mi mamá cuando aparecí en el living de mi casa con resaca. Era cierto, porque anoche cogí con Victoria y Lucía ahí, las tres en el asiento de atrás. Estábamos borrachas y drogadas. Sé que si le digo la verdad a mi vieja me va a cagar a pedos, me va a preguntar por qué hago algo tan ridículo, si me estoy drogando, si soy una degenerada, si me gustan las chicas, si me voy a hacer puta o lesbiana. Fue un polvo hermoso. Lo que más me gusta de coger con ellas es cómo me chupan la concha. Creo que la excelencia que tiene Lucía para chuparme la concha es única. Jamás me la chupan así, aunque ahora no sé si fue su excelencia o el ácido que tomamos. Hace dos días que no duermo.
Voy a salir a andar en bici un rato, para ver si se me baja. No quiero estar re careta en mi casa. Además, afuera hay sol y me gusta pedalear por Buenos Aires y que el sol me de en la cara mientras escucho música electrónica bien fuerte. Si me quedo acá me va a agarrar el bajón: me voy a meter en un pozo depresivo y no quiero. Muy de la merca la depre y a mi la merca no me cabe. Por eso me hice lesbiana, porque todos los tipos con los que salí se hacían los buenos, pero eran altos duros. Seguro tomaban porque eran unos maricones que no querían solucioanr sus vidas, que eran re tranquilas. Todos eran unos chetos traumados y yo no estoy para la gilada, yo estoy para algo más. Por eso salgo con Lucía y con Victoria. Ellas son inteligentes, buena onda y van de frente. Lucía tiene una pyme de no sé qué y Victoria es transa, pero VIP, no le vende a los giles. Una vez le llevamos unas pastillas a Esther Goris. La vieja estaba en una fiesta privada en un edificio cheto de Retiro. Había de todo en ese lugar: homosexuales, trans, travestis, chicos europeos, diseñadores y un obrero paraguayo que se cogió a una de las trans en el baño y después vomitó una alfombra que había en el lugar.
El dueño de la casa nos echó a todos. Según él, el trapo costaba miles de dólares. Se la había hecho traer de Egipto a un amigo que viajaba a comprar telas carísimas para su local en Once. Con Victoria y Lucía siempre flasheamos con ir a Egipto, conocer las pirámides, flashear Cleopatra. Pero yo no tengo un mango. Con lo que gano no me puedo comprar ni una birra.