Ayer estuve parado en Coronel Díaz y Santa Fe y recordé que Charly ahora tiene un gato, un gato negro como el mío. Sé que volvió a vivir en esa casa, que vive ahí actualmente, pero con las paredes pintadas de blanco. De la resaca say no more sólo queda un piano de cola steinway hecho mierda.
En el balcón del histórico departamento de Charly hay una red que lo cubre para evitar que se tire. El gato. claro.
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