martes, 5 de noviembre de 2019

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Otro ejercicio:

Pablo Lescano siempre miraba porno cuando estaba en la casa de Marito, su compañero de cerámica. Empezó a hacer y vender macetas artesanales cuando dejó la música. Marito le insistió en hacer el curso de cerámica para que ocupe su tiempo y para que no pierda su costado creativo. Al principio Pablo se resistió, dijo que eso era de maricón, pero al final se anotó. Ya hizo ochenta y siete macetas y cuando llegue a la número cien se va a poner un vivero con Marito, que es jardinero. A Marito no le gusta que le digan "jardinero", él dice que es florista porque no le interesan las plantas, sólo las flores.
Siempre que se acaba la clase de cerámica Pablo se va a la casa de Marito. Toman cerveza, fuman porro y escuchan cumbia. Pero, antes de hacer todo eso, Marito se da una ducha y en ese momento es cuando Pablo se mete en la habitación de su amigo a mirar porno desde el celular. Siempre mira el mismo sitio: bien zorras punto com. Casi siempre termina haciéndose una paja. Si está muy caliente busca busca algún calzoncillo sucio de Marito abajo de la cama y lo huele mientras se toca y mira porno. Pablo dice que eso no es de maricón, que es un morbo. En una oportunidad le gustó tanto el olor del calzoncillo de su amigo que se lo lelvo a su casa escondido adentro de una maceta. La maceta era de color rojo y tenía mariposas amarillas pintadas a mano.
Un día Marito salió de la ducha y se lo encontró a Pablo tirado en la cama. Por suerte él ya había acabado y había devuelto el calzón a la oscuridad que hay abajo de la cama. Marito, que no era una persona pudorosa, decidió cambiarse adelante de su amigo. Apenas se quitó la toalla Pablo le miró la pija. Empezó a ponerse nervioso, a calentarse. No entendia lo que le pasaba, sentía que el estómago se le retorcía, al mismo tiempo que se le paraba la pija.
Era algo muy extraño para él, pero rápidamente entendió que se había enamorado de Marito.

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